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Zapatero admite que el servicio de Renfe "no es satisfactorio"

En una tarde que culminó con otras dos averías en la red de Cercanías de Cataluña, en un contexto de retrasos generalizados, la caótica situación de Renfe alcanzó el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en respuesta a una pregunta de Convergència i Unió (CiU), asumió que se ha invertido poco en los últimos años en los trenes de cercanías catalanes y se comprometió a mejorarlos. "El funcionamiento de las cercanías ferroviarias en Barcelona no es satisfactorio", admitió el presidente antes de reiterar las dos causas que el Gobierno central viene esgrimiento desde hace meses para justificar la situación: "La insuficiente inversión histórica en Cercanías y las obras de alta velocidad en la proximidad de Barcelona, obras que en un importante tramo transcurren paralelas a las vías".

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Zapatero enumeró las medidas que ha tomado el Gobierno para paliar la situación: "Se ha asignado una dotación adicional anual de cinco millones de euros al mantenimiento de la red. Se han incrementado en 35 personas las dotaciones destinadas a mantenimiento y control de la circulación. Se ha aumentado el parque de trenes, de forma que consigamos que a finales de este año todos los que circulen en hora punta lo hagan en composición doble. Hoy se incorporarán seis nuevos trenes y a lo largo del año se pondrán en servicio otros 8, y 23 en 2008", explicó el presidente.

Para evitar la imagen de que Fomento se ha inhibido en la crisis, Zapatero también recordó los refuerzos que se han hecho en los últimos meses para dar mejor información a los usuarios en caso de avería. "Se ha creado una unidad de asistencia al viajero integrada por 212 auxiliares de seguridad y 455 agentes", recordó Rodríguez Zapatero.

La respuesta del presidente no satisfizo a Josep Antoni Duran Lleida, quien recordó qué implican en la actividad cotidiana de los ciudadanos los numerosos problemas de la red de Cercanías. "Hay un problema que sufre el usuario y que tiene una proyección ya de orden público, laboral o familiar, y ha producido una mayor congestión del tráfico en la ciudad de Barcelona", recordó el secretario general de CiU.

Mucho menos satisfecho quedó el portavoz del grupo de Esquerra Republicana, Joan Tardà, quien optó por retirar a última hora una pregunta al presidente similar a la de Duran. En lugar de preguntar, Tardà se limitó a pedir, sin éxito, la celebración de un pleno monográfico en el Congreso sobre las infraestructuras catalanas y en reiterar una petición ya conocida: la dimisión inmediata de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

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Críticas a Montilla

El caos de Cercanías centró parte del debate ayer en el Pleno del Parlament y supuso críticas contra el presidente de la Generalitat, José Montilla, por parte de la oposición. Montilla aseguró que comparte la "preocupación" de los ciudadanos y se comprometió a planteárselo hoy a Zapatero, que visita Barcelona.

El presidente catalán explicó que se está más cerca de encontrar una solución y culpó de la falta de inversiones en infraestructuras en Cataluña a los "23 años de gobierno" de CiU. El líder convergente, Artur Mas, le instó a exigir el traspaso de Cercanías a la Generalitat y que, durante el proceso de transición, Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) tutele este servicio.

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