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Crítica:DANZA 3 de Montpellier
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un acierto, dos fracasos

El ciclo 3 de Montpellier, que se clausura esta tarde en el Mercat de les Flors, había despertado expectación, pero el resultado ha sido irregular. Así, la fresca y ocurrente coreografía de Germana Civera Fuero(n) ha reinado sobre Creeegui'm, de Lluís Ayet, y Gustavia, de Mathilde Monnier y La Ribot, la pieza más esperada.

Abrió el ciclo Fuero(n), una sugestiva propuesta que reunió en el escenario a intérpretes de todas las edades, tanto amateurs como profesionales, entre los que figuraban Montse Colomé, Juan Carlos García, Jordi Cortés, Andreu Bresca y Carol Laurenti, por citar algunos. Niños, ancianos y jóvenes se unieron en una divertida obra, con un principio muy sugerente, sobre la evolución de la danza y la edad de los cuerpos de sus intérpretes.

A este espectáculo le siguió el solo de Lluís Ayet, Creeegui'm, una pieza hermética, aburrida y sin interés artístico. Lo mejor fue el ruido que le acompañaba: el griterío del público en un estadio de fútbol.

La decepción también llegó con Mathilde Monnier y La Ribot, dos iconos de la danza contemporánea que se han unido en el dúo Gustavia, que todavía se puede ver hoy, y donde sólo muestran el 10% de sus posibilidades artísticas. Hablan, juegan, utilizan gags archiconocidos y entierran su brillantez y talento interpretativo en la marea negra por la que se mueven en el escenario. Por eso fueron tenues, casi imperceptibles, los aplausos que recibieron al final de su actuación.

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