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La actriz que rompía la monotonía de las candilejas

Una exposición y un libro recuerdan a la Xirgu

Para Lorca, Margarida Xirgu (1888-1969) "era la actriz que rompía la monotonía de las candilejas con aires renovadores" y, sin duda, el poeta granadino conocía bien las maneras de la intérprete, después de haberla visto encarnar como nadie a las heroínas de su obra, entre ellas, Mariana Pineda, que estrenó en el Goya de Barcelona en 1927. Todavía hoy la Xirgu está considerada una de las actrices catalanas más universales. Pero aunque se han publicado diversos estudios biográficos sobre su figura, quedan aún aspectos de su vida por explorar. El Museo de Badalona dedica hasta el 2 de mayo una exposición a la actriz y ha editado un libro de Francesc Foguet que pretende arrojar algo de luz sobre la Xirgu más desconocida: su juventud y experiencia en grupos teatrales de aficionados, su fulgurante salto a la escena profesional, cómo fue realmente el debut en Madrid, su presunta implicación política y los largos años de exilio en América.

Margarida Xirgu, cartografia d'un mite. De Badalona a Punta Ballena repasa cronológicamente la carrera de la actriz. Para completar ese recorrido, Foguet -profesor de Literatura en la Universidad Autónoma y especialista en teatro moderno y contemporáneo-, ha consultado documentación inédita procedente de diferentes archivos de Madrid, Barcelona y Badalona, donde la actriz vivió unos años. También ha tenido acceso a la documentación de la familia Xirgu. Su investigación demuestra que fue una actriz precoz, gran lectora de literatura dramática, hábil para saber relacionarse y bien curtida en asociaciones de teatro para aficionados, antes de convertirse con sólo 20 años en la primera actriz de la escena catalana.

El estudio de Foguet desmonta algunas creencias: "Le costó mucho triunfar en Madrid". El autor lo atribuye a dos motivos: sus problemas de dicción -Xirgu no conseguía disimular su acento catalán-, y su original forma de actuar. Su relación con personas vinculadas a la República, y el estreno de obras como Mariana Pineda la llevaron a convertirse en persona non grata para los sectores fascistas.

La exposición de Badalona ilustra con fotografías, documentos y objetos personales el recorrido de la actriz, de quien se exhiben incluso algunos de los vestidos que utilizó en sus montajes.

Margarida Xirgu, en 1930.
Margarida Xirgu, en 1930.
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