_
_
_
_
_

40 años de luchas vecinales

Una exposición recoge los logros del movimiento en Barcelona y Madrid

Barcelona (y Madrid) no son las mejores ciudades del mundo. Pero podrían ser peor. Lo serían, de no haber sido por las luchas de los vecinos en los últimos 40 años. Luchas por salvar un pequeño espacio verde, por evitar que se derribara un edificio emblemático, por conseguir una escuela o un centro de asistencia primaria. Las organizaciones vecinales de ambas ciudades, de forma coordinada, expondrán algunas de las victorias de los vecinos en su combate contra la especulación, en su deseo de conseguir una ciudad más apta para la vida.

En Barcelona, la exposición se hará en la capilla de Santa Àgata pero podrá verse, vía ordenador, desde casi cualquier parte. Y ofrecerá hasta 100 "victorias vecinales", según las cataloga Andrés Naya, uno de los dirigentes vecinales de los años heroicos, y ahora comisario de la exhibición junto con Marc Andreu.

"Se trata de recordar que cambiar la vida está en nuestras manos"

La exposición consta de lo que se pueda contemplar en Santa Àgata, pero también de las consultas vía internet y de dos audiovisuales (uno sobre Madrid y otro sobre Barcelona). Además, la revista de los vecinos, Carrer, dedicará un número a analizar la historia y perspectivas del movimiento vecinal, con artículos, entre otros, de Jordi Borja, Josep Maria Muntaner, Eva Fernández (presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos) y la periodista Maria Eugènia Ibàñez.

En las visitas que se organizarán para los colegios, el audiovisual se adaptará al barrio de procedencia de los alumnos. La duración global del mismo es de hora y media, pero se seleccionará el barrio específico y se acortará a unos 10 minutos.

La relación de las victorias incluye tanto objetivos logrados (ejemplo, haber salvado el parque de la Oreneta, en Sarrià) como haber conseguido eliminar algún elemento comúnmente rechazado. Es el caso del denominado "monumento a la estupidez". Así llamaban los vecinos a unos edículos para un aparcamiento en la avenida de Cambó, obra de Òscar Tusquets y Carles Díaz. Pese a las resistencias municipales, el movimiento vecinal consiguió acabar con ellos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los logros vecinales se hallan en todos los distritos de Barcelona: desde el Born, con sus puntos suspensivos actuales, en Ciutat Vella, al parque de Joan Miró, en el Eixample, pasando por la rambla de Prim (en Sant Martí), que hoy es un paseo pero que en la década de 1970 era un secarral o un lodazal, en función de si llovía o hacia calor. Y están también varias masías de Horta Guinardó, el parque del Clot, los tinglados del Moll de la Fusta, la rambla de Guipúzcoa y el haber logrado que el metro llegara a no pocos puntos de Barcelona.

La inauguración en Barcelona se hará el 27 de noviembre; en Madrid será el 1 de diciembre. Los vecinos pretendían que en ambos actos estuvieran, juntos, los alcaldes de las dos ciudades, pero "las agendas", dice Naya, lo han imposibilitado. El Ayuntamiento de Barcelona no estará en Madrid, pero en Barcelona no han renunciado a que, si no acude Alberto Ruiz Gallardón, lo haga el vicealcalde, Manuel Cobo.

"No se trata de nostalgia", comenta Eva Fernández, "sino de recordar que cambiar la vida está en nuestras manos".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_