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Reportaje:

El arte que se esconde en la basura

Karsten Bott pone 'sabor' barcelonés a su crítica al consumismo en Drap-Art

El artista alemán Karsten Bott se ha pasado un mes en Barcelona recogiendo cosas de la basura y comprando objetos desvencijados en los Encantes, tiendas de segunda mano o directamente a traperos. Con este material variopinto, que tiende a lo kitsch, ha conformado el apartado barcelonés de lo que llama Archivo de Historia Contemporánea. El resultado de su recolección por la capital catalana es una abarrotada instalación que se exhibe en Drap-Art (www.drapart.org), el festival de reciclaje artístico de entrada libre que se celebra entre hoy y el domingo en el CCCB.

Para poner algo de orden, Bott ha juntado los objetos en una estantería agrupándolos temáticamente: la familia, la sexualidad, los oficios... En realidad hay un poco de todo, desde un diccionario a un parchís que en vez de fichas tiene vasos de chupitos. Esta diversidad se explica por la intención del artista -que se reconoce en la tradición del art povera y del objet trouvé-, más interesado en la crítica al consumismo que en cuestiones identitarias.

La reacción de la gente ante las obras de Bott es muy dispar. Así, se ha encontrado con personas que se llevan objetos y con otras que hacen su aportación, como le sucedió en Seattle, donde una mujer añadió a una instalación similar su estuche de las gafas. "Me pareció muy bien, porque eso es lo que busco, lo cotidiano, algo que no tiene espacio en los museos", concluye el artista.

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