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Columna
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La aterradora verdad de Andrés Pajares

Leo que los de el programa A tu lado, de Tele5, para proteger a los menores, pretenden eliminar una sección en la que someten a los famosos a un detector de mentiras. Y me parece muy bien. Los menores siempre preferirán que los interrogatorios se hagan con métodos más drásticos, como la privación del sueño o las descargas eléctricas. Pero el caso es que, nostálgica como soy, el miércoles a las seis y media de la tarde, me dispongo a disfrutar del detector antes de que desaparezca para siempre. El invitado es un ser humano femenino que responde al nombre de Nana y que resulta ser hermana de una ex esposa de Andrés Pajares llamada Chonchi (que no hay que confundir con otra ex esposa de Andrés Pajares llamada Conchi).

Pues bien. La tal Nana contesta a las preguntas de la presentadora, mientras el encargado del detector determina si miente. Y, por cierto, a la mujer le han conectado el detector a través de un adminículo que le rodea el antebrazo como esos que te colocan al tomarte la tensión arterial, pero por encima del jersey, no sobre la piel. Qué potencia, la de este detector. El caso es que Nana, en un momento dado, refiriéndose a Andrés Pajares suelta una frase reveladora: "La realidad supera la ciencia-ficción".

Algunos de ustedes, tal vez poco acostumbrados a la compleja actividad cerebral de los invitados de A tu lado, pensarán que se trata de un error la mar de cómico. Que lo que esta santa quería decir es que "la realidad supera la ficción". Pero no. No es un error. Nana ha dicho lo que ha dicho y no tenemos por qué dudarlo. Y lo que ha dicho es que la realidad supera la ciencia-ficción. Es decir: que en la vida de Andrés Pajares ha habido episodios que superan el argumento, por ejemplo, de la teleserie V, en la que unos lagartos extraterrestres adoptaban el aspecto de los humanos para comérselos. Sí, dilectos lectores. Todos lo intuíamos. La vida del intérprete de Los bingueros es más ardua que la de un replicante. Y es eso, en un momento del programa, Nana, brechtiana hasta el final, mira a cámara y se dirige a su ex cuñado con estas palabras: "¡No tienes sangre, estás enfermo!".

Como ven, todo encaja. Ser de raza humana y no tener sangre es una realidad que -no se puede negar- supera la ciencia-ficción. De hecho, la valiente Nana, a la que yo considero una cuñada coraje, no es la primera persona que nos desvela que Andrés Pajares es vampiro. El propio Andrés Pajares ya confesó su naturaleza transilvana en una canción que los buenos entendedores supimos leer en clave de tragedia. La recordarán. Decía: "Soy un drácula yeyé que chupa y chupa, soy un drácula yeyé y estoy chalupa". Para añadir: "soy moderno, soy eterno, soy un drácula yeyé". Espero, pues, que sin tardar, Pajares vaya a A tu lado a confesar. Pero, luego, que vaya su ex, la cual, ya sin el detector, revele si es cierto que el actor dormía en un féretro. Y luego, que vaya su presunto verdulero de toda la vida a contar de una vez por todas si los ajos le daban mal rollo.

moliner.empar@elpais.es

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