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La auditoría eleva a más de 10 millones la estafa de Millet al Palau

La entidad encargó informes por un millón a empresas del ex presidente

Lluís Pellicer

El rastreo de los movimientos que efectuó Fèlix Millet, ex presidente del Palau de la Música Catalana, para apropiarse de fondos de la entidad está sirviendo para abultar la magnitud de la estafa. Según fuentes que investigan las cuentas de la entidad, el desvío de dinero de la Fundación Orfeó Català supera los 10 millones de euros. Millet sólo confesó -en la carta del pasado miércoles al juez que investiga el caso- haberse quedado con 3,3 millones junto con el anterior director administrativo, Jordi Montull, pero el barrido de documentos arroja al menos 2,5 millones más en operaciones inmobiliarias y un millón en informes que la fundación encargó a sociedades de las familias de Millet y Montull sólo en 2009. Los más de tres millones restantes corresponden a remuneraciones, desvíos e informes, la mayoría anteriores a 2007.

Diez de las 100 cuentas de la Fundación Orfeó pudieron servir para desviar fondos

La investigación interna de las cuentas está resultando más ardua de lo esperado, aunque estas fuentes prevén que acabe a finales de octubre. Para empezar, el análisis requiere el seguimiento de las casi 100 cuentas bancarias de las que disponía la fundación, de las cuales 10 podían servir para desviar fondos. Una de ellas, según estas fuentes, está domiciliada en Suiza.

Millet confesó anteayer haberse apropiado de 3,3 millones. De éstos, 1,3 se destinaron a reformar inmuebles que la familia tiene en L'Ametlla y Barcelona, y medio millón, con cargo al Palau, a sufragar viajes particulares. Millet admitió, además, haber comprado junto con Montull un local comercial en la calle de Sant Pere més Alt por 1,5 millones y haberlo revendido cuatro años después al Orfeó por el doble de su precio inicial. La operación se produjo el día antes de que los Mossos d'Esquadra registraran el Palau y, según Millet, no llegó a efectuarse porque ofreció deshacerla.

Las fuentes consultadas discrepan. Para empezar, aseguran que esos 1,5 millones de euros con los que se pagó inicialmente el local salieron de las arcas de la institución. Y añaden más: primero, que Millet trató de cobrar el cheque, pero la nueva dirección se negó, y segundo, que el Orfeó tuvo que saldar la cancelación de una hipoteca por el inmueble por valor de 682.000 euros. Además, las tasaciones que barajan los auditores rondan, a lo sumo, los 800.000 euros. En efecto, una transacción de tres millones de euros por un local de 240 metros cuadrado supone pagar 12.500 euros por metro, cuando el precio medio de un local en este barrio es, según el Ayuntamiento de Barcelona, de 3.828 euros.

Los mismos medios agregan que han hallado, además, otro local en la calle de Sant Pere Mitjà por el que se abonaron 360.000 euros. La auditoría está indagando la propiedad de otros inmuebles con los que Millet podría haber hecho negocio a través de la fundación.

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Además en las investigaciones se han hallado numerosos informes encargados a Aurea Rusula, Ayxl y Produccions 46, tres sociedades controladas por las familias Millet y Montull. Sólo entre enero y junio de 2009 facturaron 1.000.027 euros, según estas fuentes.Las tres sociedades, vinculadas a las familias Millet y Montull, recibieron encargos de la fundación para elaborar varios informes de dudosa utilidad -por ejemplo, uno sobre la internacionalización del Palau de la Música- y otros que, directamente, no existen o no se han podido hallar.

Todas estas cantidades suman ya 6,8 millones de euros. Sin embargo, los auditores estiman que el desfalco llegó a los 10 millones si se suman otros desvíos que todavía están desglosando: informes encargados en años anteriores, remuneraciones de difícil justificación fiscal y desvíos a cuentas bancarias que están siendo investigados.

Millet, que ayer dimitió como vicepresidente de la fundación del Barça, está comenzando a preocupar también a los políticos. Ayer, el consejero de Cultura, Joan Manel Tresserras, reconoció que los mecanismos de control de la entidad no han funcionado y se mostró partidario de cambiarlos. En opinión de Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, "no se puede generalizar lo que ha pasado en el Palau porque allí había una estructura jurídica muy compleja que es la que, junto a la confianza que había en Millet, ha provocado esta situación". Según Martí, "por lo que se conoce hasta ahora no ha habido apropiación de dinero público del consorcio, pero aún se está investigando". La consejera de Justicia, Montserrat Tura, señaló ayer que su departamento, del que dependen las fundaciones privadas, no fiscaliza sus cuentas. Indicó que la Fundación Orfeó presentaba sus cuentas auditadas y una memoria que cumplían los requisitos. "Si los documentos eran falsos, esto ya es del ámbito penal, no administrativo", dijo.

La reacción de los partidos políticos fue más contundente. Xavier Trias, de CiU, señaló que están "avergonzados" por lo que ha pasado porque Millet "ha abusado de la confianza" de todos y ha dejado en "ridículo" a las administraciones, que deben aumentar la vigilancia, aunque no las considera responsables. Sí lo hace ERC por boca de su presidente, Joan Puigcercós, según el cual el volumen de los fondos sustraídos debería haber sido detectado. Tanto ICV como el PSC pidieron que la justicia sea "ejemplar" y se sumaron a las peticiones de mejora de los mecanismos de control.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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