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El 'bisturí' llega a los quirófanos

El hospital de Sant Pau prevé cerrar una planta y quirófanos para recortar un 10% el gasto - El de Granollers alquilará paritorios a las mutuas privadas

Reducir medio día la estancia hospitalaria media de los enfermos permitirá al hospital de Sant Pau haber realizado la misma actividad a final del año, pero utilizando 35 camas menos, las que ocupan toda una planta, que podrá cerrarse. Si además se suprimen las visitas de control a los pacientes que han sido intervenidos o atendidos por alguna enfermedad en el centro, adjudicando esta tarea a la atención primaria, este hospital se ahorrará hasta 23.000 visitas al año. Estas son algunas de las medidas que el hospital de Sant Pau de Barcelona, perteneciente a la XHUP (la red de hospitales de utilización pública), tiene sobre la mesa para responder a la exigencia del Departamento de Salud de recortar alrededor del 10% su presupuesto para 2011.

La dirección de Sant Pau prevé un aumento de las listas de espera

El cierre de plantas de hospitalización y de quirófanos es una de las medidas que los hospitales se están planteando para recortar gastos. En sus planes figuran también medidas que afectan a los profesionales, como la no sustitución de bajas y de jubilaciones, la no retribución de las horas dedicadas a formación e incluso la eliminación de la parte salarial variable que perciben los facultativos (la dirección por objetivos), como ha propuesto la gerencia del Hospital General de Granollers, centro de referencia del Vallès Oriental.

El sindicato Metges de Catalunya ya ha expresado su rechazo a los planes de la gerencia, que serán comunicados hoy a toda la plantilla. Según Miguel Ángel Berruezo, representante de Metges de Catalunya en el comité de empresa, la gerencia asegura que deberá aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) si no se puede llevar adelante un paquete de medidas que incluye, además de la supresión de la retribución variable de los médicos, el cierre de quirófanos (el pasado lunes ya clausuró uno de los que funcionaban por la tarde), la clausura de una planta de hospitalización, la eliminación del servicio de consultas externas durante el verano y la exigencia a los sindicatos de que retiren la demanda que presentaron contra la dirección el año pasado por el recorte salarial del 5%, que se aplicó a los médicos de la concertada al igual que a los funcionarios.El hospital de Granollers ha respondido a la reducción de la actividad que le encargará este año la Generalitat (entre el 7% y el 12% menos que el año pasado) con una ampliación de la atención privada, lo que ha sido duramente criticado por UGT y CC OO. Según los sindicatos, el hospital pretende destinar una de sus plantas a atender partos para la sanidad privada, con lo que obtendría unos ingresos complementarios. Fuentes de la dirección aseguran que el centro, que pertenece a una fundación, "lleva dos años trabajando para ampliar y potenciar su oferta de servicios privados". En la actualidad, el 92% de su actividad es concertada por el Servicio Catalán de la Salud.

Los sindicatos temen que, como en el caso de Granollers, muchos hospitales concertados aprovechen los recortes anunciados por el departamento (el consejero de Salud, Boi Ruiz, ya ha detallado que el Servicio Catalán de la Salud reducirá un 7,5% de media la actividad que encarga a los hospitales de la Red Hospitalaria de Utilización Pública, la XHUP) para privatizar servicios, en un proceso que acabará poniendo en peligro el sistema público.

En el caso de Granollers, UGT y CC OO reprochan que el hospital apueste por la privatización, cuando en los últimos años del Gobierno tripartito recibió de la Generalitat más de 20 millones de euros para financiar las obras de ampliación de sus instalaciones. Los sindicatos, además, exigen transparencia para que no se produzca una doble lista de espera, "una para los ricos y otra para los que no pueden pagarse la sanidad privada". "Si hay opacidad, estaremos ante una selección adversa de los pacientes", advierte Juan Cobacho, responsable de Sanidad en UGT.

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Como en los hospitales de Sant Pau y de Granollers, los gerentes de todos los centros de la XHUP están dedicando estos días a hacer números para decidir cómo aplicar la tijera. Antes de finales de mes, deben presentar al consejero sus propios planes de adelgazamiento presupuestario y conocerán qué actividad dejará de encargarles el Servicio Catalán de la Salud, lo que, según el departamento, se anunciará individualmente a cada centro.

De momento, el consejero ya ha avanzado que se suprimirán todos los programas extraordinarios que el departamento contrataba cada año a varios hospitales para reducir el tiempo de espera de las operaciones más comunes, como las de cataratas o implantación de prótesis de rodilla. Esta medida engordará sin duda las listas de espera, "por mucho que los hospitales se esfuercen en reorganizar su actividad para optimizar recursos", admite el gerente del hospital de Sant Pau, Jordi Varela.

Es la misma advertencia que lanzan los sindicatos. "Los ciudadanos no saben lo que se les viene encima", indica el portavoz de Metges de Catalunya en el Hospital de Granollers, Miquel Ángel Berruezo. El mensaje se repite desde la patronal Unió Catalana d'Hospitals "Si tenemos que cerrar plantas y quirófanos y debemos prescindir de personal, sin duda los pacientes deberán esperar más para ser atendidos o intervenidos", señala la directora general de la entidad, Elena Ris.

Asimismo asegura que los centros adscritos a la Unió Catalana d'Hospitals (109 entidades sanitarias y de atención a la dependencia, en las que trabajan 40.000 profesionales) "están intentando que la reducción de la actividad no tenga impacto sobre las plantillas fijas, sino solo sobre los trabajadores eventuales que se contratan para sustituciones y refuerzos". Sin embargo, Ris no descarta que algunos centros acaben presentando un expediente de regulación de empleo (ERE) al verse incapaces de soportar el tijeretazo. "No solo se les reducirá la actividad que les contrata la Generalitat, sino que esta les pagará un 2% menos por ella. El año pasado las tarifas ya se les recortaron más del 3%, por lo que ya vienen de una situación difícil", recuerda.

El nuevo hospital de Sant Pau, con el viejo al fondo.
El nuevo hospital de Sant Pau, con el viejo al fondo.CARMEN SECANELLA

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