Tres bomberos heridos en un incendio en Gavà que obliga a desalojar a 27 personas
Un pequeño incendio calcinó ayer al mediodía cinco hectáreas en Gavà (Baix Llobregat), en una zona forestal conocida como el Turó de Caçagats. El fuego, pese a ser controlado rápidamente, obligó a desalojar a 27 personas y a atender a tres bomberos por heridas leves.
Las llamas encendieron las alarmas en el municipio: Gavà reclama desde febrero que la Generalitat le ayude a limpiar los restos del temporal de viento que azotó a Cataluña: seis meses después, en la zona de La Sentiu se acumulan todavía árboles caídos, matojos y vegetación seca, un polvorín que puede estallar con una pequeña llama. El incendio de ayer sucedió en una zona limpiada por el Consistorio, pero supuso un aviso en una zona proclive a los fuegos forestales. El alcalde de la localidad, el socialista Joaquim Balsera, pidió "no generar especulación" con el fuego, aunque reiteró su petición a la Generalitat: "Debemos poner los medios necesarios para tener los bosques limpios. El Ayuntamiento de Gavà ha llegado a su límite".
El Consistorio lleva gastados 800.000 euros en la limpieza de la masa forestal, y no da para más. A principios de mes, envió una carta al Departamento de Medio Ambiente en la que pedía ayuda: al oeste de la zona que quemó ayer quedan un millar de árboles sin recoger y unos 50.000 metros cuadrados de bosque requieren de una limpieza urgente. La Generalitat, que en febrero prefirió dedicar sus esfuerzos a otras poblaciones, prometió revisar el caso. Los incendios ya han afectado a Gavà, y la población sigue sin respuesta y con la maleza sin retirar. Mientras tanto, los habitantes de la urbanización de La Sentiu, en pleno bosque, tienen miedo: "Está todo seco. Hay mucho árbol caído, y en este tiempo es un peligro, quema todo muy rápido", opina José García, uno de los vecinos.
