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Reportaje:

El civismo arraiga en Gràcia

Los 'okupas' barren las calles en una noche de fiesta masiva y sin incidentes

Algo está mutando en las fiestas de Gràcia. La celebración alternativa organizada por grupos de okupas y anarquistas era, hasta ahora, el escenario más conflictivo. Este año, no. Al contrario. A las cuatro de la mañana de ayer, las plazas y calles del barrio eran una alfombra de latas de cerveza, vasos de plástico y otros desperdicios que esperaban el milagro de los barrenderos. Pero una de ellas ya estaba limpia: en la confluencia de las calles de Verdi y Sant Salvador, los okupas se adelantaron a las brigadas de limpieza: tomaron las escobas y barrieron. "No queremos problemas", explicó una de las espontáneas barrenderas.

Dos horas antes, los alternativos ya habían silenciado los equipos de música y daban la juerga por finiquitada. En el resto de las calles, el sonido estridente acabó a la hora prevista por el Ayuntamiento: las tres y media. No hubo incidentes de relieve en la que, probablemente, sea la noche más multitudinaria de las fiestas.

Los bares vendieron la mayor parte de las bebidas por el cerco a los 'lateros'

Más de 500.000 personas han pasado ya por las fiestas de Gràcia, según los cálculos aproximados del Consistorio. La mayoría son usuarios nocturnos, a pesar de que este año se ha hecho un esfuerzo por dar más peso a las actividades diurnas y fomentar, así, que la fiesta sea más para los vecinos. La noche del sábado vio desfilar a la clientela habitual: gente joven -muchos, turistas extranjeros- y alcohol en abundancia.

Pese a la campaña municipal, los lateros hallaron su espacio, aunque esta vez no fueron los amos de la noche y tuvieron que actuar con cautela. Protegidos por la multitud, algunos lograron colocar sus cervezas. Otros optaron por salir del perímetro y vender en la esquina de la Diagonal con el paseo de Gràcia. Los bares, pues, hicieron caja. Y no sólo por la masiva afluencia de gente, sino también por la inflación que experimentaron los precios en 24 horas. La caipiriña y el mojito, que la víspera costaban 3,5 euros, se vendían ayer 50 céntimos más caros.

"Los amos de los bares no nos hacen caso. Van muy liados. Dicen que tendríamos que haber venido antes", explicó una de las informadoras que, durante toda la noche, pateó las plazas de Gràcia -Vila de Gràcia, Sol, Revolució- para informar de las "consecuencias" de los comportamientos incívicos. Y a los lateros, ¿también les explicáis la ordenanza? "Uy, no nos pagan tanto. A ver si aún nos van a dar".

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Los 'okupas' barrieron las calles de Verdi y San Salvador, donde celebraron su fiesta.
Los 'okupas' barrieron las calles de Verdi y San Salvador, donde celebraron su fiesta.GIANLUCA BATTISTA

Los datos

- El Ayuntamiento de Barcelona cifra en más de 500.000 el número de personas que han pasado, desde el pregón del pasado viernes, por las fiestas de Gràcia. Es la primera vez que el Consistorio da cifras (aproximadas) de asistentes.

- Unas 36.000 personas han utilizado el metro, que ha permanecido abierto de forma ininterrumpida todo el fin de semana. La mayoría (26.500) la noche del sábado, entre las nueve de la noche y las cuatro de la madrugada.

- Actos de hoy, lunes. A las 18.00 horas, entrega de los premios del concurso de calles engalanadas en la plaza de la Vila de Gràcia (antes, Rius i Taulet). A las 19.00 horas, 5a Diada de las Colles de Cultura de Gràcia.

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