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El consejo de la UB bloquea las cuentas de 2008 hasta tener un plan de futuro

Un consultor hará un nuevo dictamen con propuestas para atajar el déficit

Apretón de tuercas en la Universidad de Barcelona (UB). El motivo: acelerar la eliminación del déficit. El consejo social de la UB, el órgano que aprueba sus cuentas, ha contratado a la firma KPMG para que haga un informe sobre las perspectivas económicas de la universidad a largo plazo. El encargo se añade al plan que encargó el equipo del rector Màrius Rubiralta con apoyo del anterior presidente del consejo social, Juan José López Burniol. El consejo social no aprobará el presupuesto de 2008 efectuado por la dirección hasta tener el informe de la consultora.

La universidad está reduciendo el déficit y espera suprimirlo en poco tiempo
El Departamento de Universidades pagará la minuta de KPMG

El nuevo informe no se ha pedido para cuestionar la gestión, sino para ayudar "a ver mejor el futuro", dice una fuente conocedora del encargo a KPMG. "Esto no es una auditoría. La UB ya está auditada", indica esta fuente. El informe incluirá "escenarios de generación de cash-flow futuros" (resultado antes de amortizaciones), agregan fuentes conocedoras del encargo a la consultora. Se busca disponer de proyecciones de los resultados y ver cómo se puede acabar con el déficit de la UB, que ascendía a 45,9 millones de euros al acabar 2005.

La consultora ya ha empezado su trabajo. Su personal se está entrevistando desde enero con personal de la UB recabando información. Su minuta la pagará el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa, que dirige el consejero Josep Huguet.

Consumidos los dos primeros meses de este año, la universidad está funcionando con el presupuesto prorrogado del ejercicio anterior. Las fuentes consultadas de la UB creen que en marzo o a más tardar en abril KPMG habrá concluido su informe y habrá presupuesto para el resto del ejercicio de 2008.

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Aunque oficialmente se habla de entendimiento, fuentes consultadas dicen que la situación se ha tensado entre el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa; el nuevo presidente del consejo social, Joaquim Coello, por un lado, y el equipo de gobierno, encabezado por el rector Màrius Rubiralta, por otro, que también está en el consejo social.

En el entorno del rector se manifiesta que ya se está atajando el déficit con el control del gasto. De hecho, se espera seguir saneando las cuentas este año y llegar a eliminar el déficit en pocos años, "cuando empiecen las jubilaciones masivas en la universidad por razones de edad", dice un miembro del equipo de dirección.

La UB acumula un déficit histórico que atribuye en gran parte a una mala financiación de la Administración. Tras ganar las elecciones, el equipo de Rubiralta, con el respaldo del consejo social, encargó un dictamen al catedrático Antón Costas. Éste entregó un amplio informe en el que propuso medidas y destacó insuficiencias financieras. Entre éstas, el poco peso de la investigación para financiar la UB aunque está entre las 200 mejores del mundo. Costas cifró en 22 las titulaciones deficitarias, recomendó profundizar en las prejubilaciones, consideró excesivo el peso del déficit sobre los ingresos corrientes y destacó el esfuerzo económico que supone mantener al día el patrimonio histórico de la universidad más antigua de Barcelona.

La UB encargó luego otro informe complementario a la economista Nuria Bosch. Bosch ha formado parte durante años del equipo de la cátedra de Hacienda Pública en la UB con el catedrático y hoy consejero de Economía, Antoni Castells. "La propuesta de la señora Bosch es valiosa, como la de Costas, pero hay que cuantificar el plan de costes de la universidad año por año y hay que ver las proyecciones de ingresos y resultados para asegurar financieramente el fututo", insisten las fuentes conocedoras del encargo hecho a KPMG. "No se pueden aprobar unas cuentas si no tenemos también datos sobre perspectivas de futuro", sostienen estas fuentes.

Estos planteamientos coinciden con la prisa del consejero Huguet por atajar el déficit de las universidades. Hace unos días el consejero se reunió con las tres mayores universidades catalanas -UB, UAB y UPC- para instarles a atajar sus déficit.

Huguet da a los centros una de cal y otra de arena. "Tienen una estructura muy obsoleta heredada del franquismo y a diferencia de Madrid aquí no recibimos ningún dinero. Por tanto, se han tenido que comer con sus propios presupuestos [las universidades] las rehabilitaciones. Pero hay también un problema de gestión y los rectores y sus equipos tienen responsabilidades sobre la eficiencia", declaró el consejero el día 7 de este mes en el programa L'Oracle, de Catalunya Ràdio.

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