Un contrato para todos

La Obra Social de La Caixa logra trabajo a personas en riesgo de exclusión social

"Voy al banco, hago fotocopias y algunos encargos. Es mi primer trabajo". Roger, un discapacitado mental de 19 años, es una de las 1.218 personas residentes en la provincia de Barcelona que este año han conseguido firmar su primer contrato laboral. Este joven se apuntó al programa Incorpora de la Obra Social de La Caixa dirigido a personas en riesgo de exclusión social. La entidad aporta siete millones de euros al proyecto.

"Ellos no conocen los caminos, y a las empresas nos da miedo contratarles". Marta Grau, directora de recursos humanos de Random House Mondadori, justificó así la bondad de esta iniciativa durante la presentación ayer del balance del programa un año después de su nacimiento. Esta editorial es una de las 187 empresas catalanas que forman parte del programa. "Una compañera me dijo que necesibaba una persona que fuera feliz haciendo paquetes. Así que contratamos a un chico con síndorme de Down. Lo importante es tener a gente feliz trabajando en tu empresa. Más que las ventajas fiscales de las que podamos disfrutar por ley", explicó Grau.

Discapacitados, inmigrantes, jóvenes que buscan su primer trabajo y mayores de 45 años son los segmentos sociales a los que se dirige la iniciativa. Y por ahora se está demostrando casi infalible: el 90% de las personas que se integran en el programa consiguen trabajo, según los promotores de la idea. "Dejé los estudios muy pronto y un día me cansé de estar todo el día en la calle sin hacer nada", cuenta Nuria, una chica de 17 años que trabaja como ayudante de cocina. "Un día conocí a una persona de la Fundación Èxit y me convenció para apuntarme al programa. Ahora quiero acabar la ESO y ser Mosso d'Esquadra", asegura Nuria.

La Fundación Èxit es una de las 17 entidades que sirven de enlace entre las personas y las empresas en Barcelona. Al tiempo que 27 técnicos de inserción laboral forman, orientan y asesoran.

"Cuando una empresa se pone en contacto con nosotros, pensamos en la persona que mejor encaje con el perfil que buscan. Acompañamos al candidato a la entrevista y damos al empresario garantías de que esa persona es fiable", explica Pilar Yagüe, miembro de la Fundación Trinijove.

Tania, ecuatoriana de 43 años, es otra de las personas que han conseguido su primer contrato recientemente. Atrás han quedado seis años de inseguridad y precariedad laboral . "Estoy trabajando en un geriátrico con contrato y sueldo fijo por primera vez desde que llegué a España", relata. "Ahora quiero poner un negocio de frutos secos", añade.