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Crítica:TEATRO | GREC 2010
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Qué contundencia

Contundente, potentísimo, brutal. Neil LaBute en corto y conciso, luego más incisivo, si cabe. Coses que dèiem avui recoge tres piezas breves e inéditas de este director, guionista y dramaturgo estadounidense que pronto volverá a Barcelona para impartir otro taller en el Obrador d'Estiu de la Beckett. Precisamente de la complicidad que se dio entre LaBute y Cristina Genebat, traductora y actriz del montaje que nos ocupa, durante el curso que impartió en el obrador del verano pasado surge este montaje que toma el título de una canción de los Beatles, Things We Said Today.

Romance, The Furies y Helter Skelter (otro título de los Beatles) son tres situaciones íntimas entre tres parejas distintas. La primera enfrenta a una ex pareja de homosexuales tiempo después de su ruptura: uno de ellos pide explicaciones al otro tras descubrir unas fotos que de repente hacen que la relación que él creía haber tenido se tambalee. Les fúries reúne a otra pareja, de esas que se han dado un tiempo, porque ella -aquí la relación es hetero- necesita contarle algo muy importante a él, pero resulta que él llega acompañado por su hermana (qué gracioso Oriol Guinart en este papel) por aquello del soporte anímico. La tercera es un matrimonio que está esperando otro hijo; es Navidad, tiempo de regalos y de sorpresas, y éstas van a ser tan grandes que los regalos quedaran por abrir.

COSES QUE DÈIEM AVUI

De Neil LaBute. Traducción: Cristina Genebat. Dramaturgia y dirección: Julio Manrique. Intérpretes: Mireia Aixalà, Cristina Genebat, Oriol Guinart, Norbert Martínez, Xavier Ricart, Andrew Tarbet, Ernest Villegas. Sala Beckett. Barcelona, hasta el 25 de julio.

Tres conversaciones que acaban en discusiones y que en este soberbio montaje de Julio Manrique (quien, por cierto vuelve, a tener en cartel su magnífico Mamet American Buffalo, en el Espai Lliure, y empiezo a quedarme sin calificativos para hablar de sus trabajos) transcurren en el mismo espacio escénico, un sobrio restaurante con un ventanal al exterior y que lo mismo es japonés, mexicano o francés según la pieza; una escenografía muy atractiva y cinematográfica, pues todo queda enmarcado en una especie de frame o pecera.

De hecho, a la salida de la función un amigo comentó: "no sabía si estaba en la Beckett o en los Verdi", y es que el tratamiento del conjunto (espacio, iluminación, banda sonora, algún que otro sobretítulo y créditos finales) es de película, literal y con admiración. Y la interpretación de todos, también. Qué realismo y qué fuerza, y qué bien definidos están todos los personajes. Las tres historias son brillantes, su potencia va en aumento hasta el final de la última, que también podría haberse titulado A Hard Day's Night, y no sólo por la acción en sí que protagoniza Cristina Genebat, sino también por cómo Manrique la realza con esa banda sonora que comentábamos. Sólo se me ocurren más títulos de los Beatles para definir el impacto: I'm Gonna Sit Right Down and Cry o Help!

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