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La crisis y el cambio climático obligan a invertir en nuevas energías, según los expertos

¿Cómo repercutirá la crisis económica mundial en las políticas contra el cambio climático? La incertidumbre económica, ¿dejará en la sombra las políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero? Para frenar el cambio climático sería necesario un nuevo modelo energético, menos dependiente de los combustibles fósiles, y reducir el consumo con procesos más eficientes. En plena crisis, invertir en I+D (investigación y desarrollo) representa una oportunidad para mejorar el medio ambiente y para crear nuevas oportunidades de negocio y puestos de trabajo, afirmó Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona, durante el encuentro sobre crisis y cambio climático organizado el pasado jueves por Aula EL PAÍS y el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra con la colaboración del Instituto Novartis.

Según datos del Panel Internacional para el Cambio Climático (IPCC), en un siglo la temperatura del planeta ha aumentado 0,74 grados centígrados. En el periodo 2009-2099, las previsiones más optimistas indican que aumentará en torno a 1,8 grados. Las más pesimistas sitúan el incremento en cuatro grados, según explicó Javier Martín-Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona. Roto el equilibrio del planeta, el régimen de lluvias también se resiente. En la zona mediterránea disminuyen los recursos hídricos, recordó Martín-Vide, lo que reducirá la producción hidroeléctrica, la producción agraria y el turismo, tanto en verano como en invierno. "Las estaciones de esquí van a tener que pasar al concepto de estación de montaña para mantener su actividad", afirmó Martín-Vide.

Desde mediados del siglo XX, las emisiones se han disparado, igual que se ha multiplicado por 500 el consumo energético, la población mundial y la dependencia de los combustibles fósiles. "Renunciar a la renta per cápita y frenar el crecimiento demográfico contribuiría a reducir el consumo de energía, pero no puede ser", explicó Marzo. Teniendo en cuenta que el 80% de la producción energética mundial depende de hidrocarburos, la alternativa está en las energías renovables. "Nuestro sistema económico es un devorador de energía", añafió. Para conseguir cambios, "deben integrarse las políticas industriales, medioambientales y de I+D, tal como ha hecho el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, creando un ministerio de energía y medio ambiente", señaló Marzo. En general, para frenar la crisis es necesario solventar la carencia de ingenieros y que no se restrinjan las ayudas gubernamentales en I+D como ha sucedido con el reciente recorte del Gobierno español a los programas Cenit y Consolider, dijo.

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