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La crisis causa 480 quiebras en Barcelona, el triple que hace un año

Los dos nuevos juzgados mercantiles no funcionarán hasta el 30 de diciembre

La justicia también refleja los tiempos de crisis económica que vivimos. En los seis juzgados mercantiles de Barcelona entraron en los siete primeros meses del año pasado 174 procedimientos concursales (suspensiones de pagos o quiebras). En el mismo periodo de este año han sido 486. O sea, casi el triple.

"Advertimos hace un año del colapso y nadie ha hecho nada para evitarlo"

Son, en su mayoría, constructoras o promotoras inmobiliarias y sus empresas auxiliares, como las dedicadas a la fabricación de muebles o puertas. Pero como el consumo también ha disminuido, en los últimos meses han entrado en los juzgados concursos de empresas de bienes de consumo, como dos sociedades de barcos de recreo. Otro ejemplo: ayer mismo trascendió que Garajes Simó, el concesionario de Seat en Mollerussa y Tàrrega (Urgell), ha presentado concurso de acreedores por la caída de ventas. "La crisis se está notando de manera salvaje y hay que recordar que los concursos no sólo afectan a los proveedores, sino a los trabajadores y a sus familias", asegura el magistrado Borja Villena, titular del Juzgado Mercantil 5 de Barcelona.

El plan de liquidación de una empresa que sigue a la presentación de un concursal tarda una media de un año en elaborarse y el proceso no se cierra hasta tres años después. Durante ese tiempo, el juzgado ha de estar pendiente de su tramitación, en ocasiones accidentada, como el caso de una sociedad que han presentado concurso en el Juzgado 4 con un pasivo de 120 millones de euros y sin adjuntar la contabilidad. "Antes decían que les habían robado los documentos. Ahora, que tienen un problema informático", explica el juez Luis Rodríguez, que ha acordado que el administrador de esa sociedad responda con su patrimonio.

Al margen de los concursos, los juzgados mercantiles también tramitan demandas muy variadas, algunas complejas y en las que están en juego millones y millones de euros por una patente o un contrato. Los jueces de lo mercantil de Barcelona se plantaron en noviembre de 2007 para denunciar su saturación y advertir de que iban abocados al colapso. Al final arrancaron el compromiso del Ministerio de Justicia de crear dos nuevos juzgados, cuando la Generalitat, en principio, no pidió ninguno de entre las 20 nuevas plazas que se iban a crear. Desde entonces, los concursos se han triplicado y los dos nuevos juzgados no entrarán en marcha hasta el 30 de diciembre. La Generalitat culpa al Ministerio de Justicia y éste replica que no se le exigió prioridad para esos juzgados, a diferencia de lo que ocurrió con otros, que ya están en marcha. Mientras tanto, el colapso ya ha llegado. "Hace un año señalaba un juicio para dos meses después de presentada la demanda. Ahora tardo ocho meses", explica Enrique Grande, titular del Juzgado Mercantil 1.

"Ya advertimos de lo que iba a pasar y nadie ha hecho nada para evitarlo", añade. Y es que la demora en resolver los concursos afecta a los miles de trabajadores que esperan para ser indemnizados. "Da la sensación de que el poder político siempre llega tarde en los temas de justicia", añade Grande. El Poder Judicial estima que la carga de trabajo de un juzgado mercantil es de 350 asuntos al año. Los de Barcelona superan el doble de esa cantidad.

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