Un deporte con 70.000 usuarios
Cataluña es la mayor potencia mundial en hockey sobre patines y cuenta con las empresas más punteras
El debate del hockey sobre patines no es, en absoluto, banal. Se trata de asegurar la supervivencia. Algo que no es nada sencillo en tiempos de crisis como los que están devastando el mercado nacional e internacional. Los equipos sufren, no tienen dinero porque los patrocinadores o dan marcha atrás o rebajan sus aportaciones. Los deportistas necesitan alicientes para continuar en un deporte en recesión que, además, les resulta caro -550 euros el equipamiento completo-. Y las empresas dedicadas al sector luchan para no verse engullidas en la negativa dinámica actual.
Pocas veces un deporte puede determinar con tanta precisión como el hockey sobre patines el número de practicantes que tiene en el mundo. Este deporte se practica en unos 30 países y cuenta con 70.000 practicantes. No son cifras atractivas, puesto que el negocio que se genera ronda los ocho millones de euros.
"El hockey no es prioritario en la FIRS, sólo interesa el patinaje de carreras"
Sin embargo, la mayor parte de este movimiento deportivo y económico se produce en Cataluña: 10.000 practicantes (el 15% del total mundial) y las tres empresas que copan el mercado (Reno, líder mundial, Skater y Protex). "La importancia de Cataluña en este deporte es incuestionable", asegura Isidre Oliveras de la Riva, ex presidente de la Federación Internacional de Patinaje (FIRS). "Por eso no entiendo que no se acepte el reconocimiento internacional de sus selecciones. La incorporación de Cataluña sería un revulsivo y potenciaría el desarrollo de este deporte".
Cataluña no sólo crea la mayoría de los mejores jugadores mundiales, sino que también aporta el material más puntero: los mejores sticks, los patines más desarrollados y el equipamiento más sofisticado. "Debemos crecer", proclama Ramon Basiana, presidente de la federación catalana. "Y para ello hacen falta canales de promoción, como la televisión, pero también se necesita la colaboración de las grandes potencias, que deberían preocuparse más de ayudar y no pensar sólo en ganar [en clara alusión a que la incorporación de Cataluña perjudicaría sus intereses deportivos]".
Para Oliveras de la Riva, hay dos factores determinantes para conseguir que el hockey sobre patines se desarrolle y crezca. "Primero, que logre formar parte del programa olímpico, y segundo, que tengamos horas de televisión en prime time y que las transmisiones permitan vislumbrar la espectacularidad del juego".
Esta misma temporada, la Federación Española de Patinaje ha modificado algunas reglas de juego para conseguir un mejor espectáculo. "En cualquier deporte lo principal es que se produzcan goles. Y en el nuestro eso ocurre con cuentagotas", explica Josep Ribas, presidente del Comité Nacional de Hockey sobre Patines de la Federación Española. "Este año volvemos a las expulsiones temporales sin sustitución; aplicamos un sistema de acumulación de faltas por equipo y en la décima el rival dispone de una falta directa; se da más ventajas al jugador que dispara un penalti. Buscamos que haya más goles".
Algunos piensan que deberían haberse ampliado también las porterías. "Tal vez no hemos sido suficientemente valientes", comenta Basiana. Sin embargo, es probable que tampoco eso cambiara el planteamiento de las televisiones. El hockey sobre patines no sólo no cobra por partido transmitido, sino que debe financiarse la producción: unos 9.000 euros. "Eso comporta cierta precariedad, porque se va a los mínimos y, como consecuencia, las imágenes no son buenas", acepta Ribas.
Los responsables del hockey sobre patines buscan soluciones. Pero los dirigentes de la FIRS y de los países más destacados del patinaje mundial han dejado al hockey como última prioridad en sus programas. Su principal preocupación es el patinaje de carreras. "Ése es el principal problema", explica Josep Vigueras, propietario de Reno, que fabrica los mejores sticks. "Porque la FIRS ni siquiera elevó el hockey a la categoría de candidato para entrar en los JJ OO, promovió el patinaje de carreras, que al final fue también derrotado".
La incorporación en el programa olímpico supondría la implicación en el hockey sobre patines de potencias mundiales como EE UU, Rusia, China y algunos países del norte de Europa. "El deporte crecería y la repercusión sería mucho mayor", reconoce Salvador Creixell, coproprietario de Skater. "Pero, como en el caso de Cataluña, nada se resolverá mientras los políticos sean los que decidan".
