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Un desprendimiento obliga a cortar el túnel de Vielha

Un vehículo quedó sepultado por los escombros

El hundimiento de una gran bóveda de hormigón del falso túnel situado en la boca norte del túnel de Vielha (Val d'Aran) obligó ayer por la tarde a los Mossos d'Esquadra a cortar el tráfico de la carretera N-230 y a desviar los vehículos por Francia o el puerto de la Bonaigua. La policía autonómica explicó que ninguna persona resultó herida por el desprendimiento, aunque informó de que el vehículo de un operario del servicio de mantenimiento del túnel había quedado atrapado bajo los escombros.

El incidente se produjo sobre las 17.00 horas. Inmediatamente se desplazaron al lugar de los hechos varias dotaciones de bomberos, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra, así como cuatro ambulancias y un helicóptero medicalizado para atender a las posibles víctimas.

Este paso subterráneo, de más de cinco kilómetros de longitud, es el principal acceso al valle y los fines de semana registra una mayor densidad de tráfico, sobre todo de esquiadores y turistas que regresan a sus casas.

Debido a la gran cantidad de material que cayó sobre la calzada por motivos que se desconocen, fue imposible precisar en los primeros momentos si había automovilistas atrapados en el interior del túnel. Después de instalar en la zona un hospital de campaña, dos máquinas excavadoras empezaron a trabajar intensamente -y tenían previsto continuar toda la noche- en la boca norte de la galería, la más próxima a Vielha, para despejar la vía y comprobar si había alguna víctima.

Víctor Orrit, delegado de la Generalitat en el Pirineo, explicó que el desprendimiento ha sido más importante de lo que se creía en un principio, ya que se vinieron abajo aproximadamente

más de 100 metros del falso túnel de hormigón. "En un principio parece que no hay que lamentar víctimas, pero no podemos descartar nada hasta que se haya podido retirar las toneladas de escombros que taponan la entrada al túnel", dijo.

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El incidente obligó a cerrar el túnel en los dos sentidos y a desviar el tráfico por el túnel de la Bonaigua, por Francia o por la C-28, lo que ocasionó largas retenciones de vehículos y obligó a centenares de automovilistas a retroceder y realizar un trayecto más largo para llegar a su destino. El hecho de que el desprendimiento no se hubiera registrado en el interior del túnel evitó posiblemente una tragedia.

El túnel de Vielha, en la carretera N-230 entre Lleida y Francia por el valle de Aran, está considerado uno de los más peligrosos de Europa debido a su antigüedad -fue inaugurado en 1949- y a la falta de medidas de seguridad. El Ministerio de Fomento está construyendo un nuevo túnel de 5,2 kilómetros de longitud y tres carriles de circulación que discurre paralelo al viejo y que, según las últimas previsiones, podría entrar en servicio a finales de este año. Entonces, el actual será utilizado como galería de emergencia y para desviar a los vehículos que transporten mercancías peligrosas.

El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura, así como el secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, se desplazaron a la zona tras conocer la noticia.

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