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El diamante de Montull que pagó el Palau

La mano derecha de Millet cargó a la institución un brillante de 16.000 euros

Parece imposible, pero aún siguen conociéndose nuevos datos sobre el saqueo sistemático del Palau de la Música de la mano de Fèlix Millet y Jordi Montull. Entre ellos figura el recibo de un diamante que compró Montull, anterior director administrativo del Palau, por 16.000 euros. El documento se encontró al poco de entrar los nuevos gestores en el edificio y comprobar que las máquinas trituradoras de papel aún estaban en funcionamiento. Se desconoce cuánto material pudo ser destruido en el intermedio durante el cual se produjo el registro de los Mossos, el 23 de julio, y el nombramiento de la nueva dirección, el 29 del mismo mes. Durante este tiempo los imputados continuaban al mando de la nave que habían gobernado, como si de su propiedad se tratara, en las últimas décadas.

Los auditores declararán la semana que viene ante el juez

Ante la evidencia de que se estaban destruyendo documentos -aunque, misteriosamente, se habían borrado las cintas de las cámaras de seguridad-, los nuevos responsables recuperaron todos los restos de papel para intentar reconstruir los documentos. En algunos se encontraron "perlas", como un papel en el que se planeaba cómo traspasar fondos de la fundación al Orfeó para dotar a esta entidad del dinero necesario para asumir la fraudulenta compra de un local en Sant Pere més Baix, propiedad de Millet i Montull, que intentaban vender al doble del precio tasado. Con todo, el recibo del diamante no había sido triturado, sino simplemente partido en dos. Estaba en la basura, a punto de ser lanzado, al igual que los restos de otros papeles. Le faltaba el membrete de la joyería o casa de subastas en la que fue adquirido por Montull, se supone que para obsequiar a alguien.

En una de las cinco caja fuertes del Palau, la que guardaba el dinero en metálico -abundante- que servía para los gastos de la familia Millet, también apareció aquellos días la factura de la compra de un kilo de oro en lingotes, con una nota de la casa de subastas Lamas y Bolaño en la que se anunciaba que en breve les harían llegar el otro kilo solicitado.Al parecer, la economía doméstica de los Millet se llevaba directamente desde el Palau y de allí salían todo tipo de pagos para los gastos cotidianos de la familia. Pero en general todo se pagaba en metálico, lo que hace difícil cuantificarlos.

Es lo que pasa también con los más de diez millones de euros en metálico que salieron de las cuentas de la fundación o del Orfeó y que no consta que llegaran a ninguna parte. Los auditores sólo han podido constatar que estas cantidades salieron de una u otra cuenta, pero no conocen su destino, por lo que se limitan en su informe a contabilizarlas como parte de los 23,7 millones del saqueo.

Sólo Millet y Montull saben qué hicieron con ellos, pero entre los trabajadores del Palau circula la hipótesis de que pudieron ir a pagos a terceros, por lo que sería una carta que se guardarían los imputados para el caso de que las cosas se les pusieran difíciles. De momento, como es conocido, su vida sigue siendo la misma, aunque ahora son más famosos.

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La Audiencia de Barcelona acordó el pasado miércoles mantener la libertad provisional para los dos imputados. En el auto, los magistrados de la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona sólo obligaron a Millet y a Montull a comparecer mensualmente ante el juez instructor, algo que hasta ahora no tenían que hacer. Consideran que es evidente que no hay riesgo de que huyan ya que hubieran podido hacerlo "sin la menor traba o dificultad" desde que, hace cinco meses, tuvieron conocimiento del proceso que se abría contra ellos. Los magistrados admiten que habrían compartido la imposición de prisión provisional al inicio de la instrucción, pero que ahora la actitud demostrada por los dos imputados es suficiente para determinar que no hay riesgo de fuga.

De momento, sin embargo, casi todas las diligencias efectuadas por el juez se basan en la querella inicial. La próxima semana, finalmente, comparecerán en el juzgado los peritos que han realizado las auditorías y los informes que se dieron a conocer el 13 de noviembre. Una vez que se ratifiquen en sus estudios, que cifran en 23,7 millones de euros la cifra defraudada, el juez decidirá si los incorpora a la causa. El informe pericial sobre el Consorcio del Palau de la Música es básico, ya que 3,5 millones procedentes de instituciones públicas en los que los auditores han detectado irregularidades servirían para poder acusarlos de malversación de fondos públicos.

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