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Reportaje:

El diario visual de Michael Nyman

El compositor exhibe en La Pedrera ocho de sus trabajos como videoartista

Londres, estación del metro de Tottenham Court. Michael Nyman filma las escaleras mecánicas que conducen a los pasajeros a la superficie. Acompaña las repetitivas imágenes un tema que el pianista y musicólogo británico escribió hace más de una década como banda sonora de un documental de Manuel Huerga sobre Gaudí. Aquel proyecto se torció y la composición jamás llegó a estrenarse. Ahora sirve como banda sonora de un vídeo creado especialmente para Distractions, una exposición que presenta la desconocida faceta de videocreador de este célebre compositor, organizada por la galería Senda y Caixa Catalunya con motivo del festival de videoarte Loop, que se inauguró ayer. La muestra, abierta en La Pedrera hasta el 1 de junio, se compone de ocho vídeos, todos inéditos, realizados entre 2000 y 2008, que revelan la nueva mirada de un artista que se dio a conocer como compañero de aventuras del cineasta Peter Greenaway y que conquistó al gran público con la banda sonora de El piano, de Jane Campion.

Sus obras audiovisuales surgen de las filmaciones que ha ido realizando, sin ninguna intención artística, durante sus viajes como músico. "Son diarios visuales, imágenes extrapoladas de mis archivos, grabadas sin pensar que un día formarían parte de una muestra. A veces están editadas para crear una narrativa, pero no siempre", explicó Nyman, que se quedará en Barcelona hasta el día 30, cuando ofrecerá un concierto en el marco del festival Primavera Sound. "Me acerco a las imágenes por su sonido, mi interés primordial, aunque las imágenes me provocan mucha más curiosidad que los propios sonidos. De hecho, filmo prácticamente todo lo que capta mi atención, pero raramente grabo algo", añadió.

Al entrar en la sala de La Pedrera, el visitante se encuentra envuelto en una cacofonía, fruto de la mezcla de las ocho bandas sonoras, en realidad siete, ya que Silent fado es muda. Por supuesto, también es posible escuchar cada composición con auriculares. "La mezcla de sonidos caracteriza varias piezas. Por ejemplo, Metalbangers, donde los ruidos de los herreros de la ciudad persa de Esfahan se combinan con las campanas de las iglesias de Linz, sonidos accidentales, música musulmana y fragmentos míos", explica Nyman.

La muestra incluye también dos vídeos, Witness I y Witness II, generados a partir de fotografías antiguas, realizadas por los nazis a gitanos y judíos. "Son dos piezas independientes con la misma música. Es interesante ver cómo se relacionan las obras en una exposición; en cambio, la música la compones e interpretas sin necesidad de relacionarla más allá del tema que la precede y la sigue", apuntó.

Nyman dejó clara su actitud hacia la privatización de Internet y la caza de brujas contra las descargas, al poner en su web (www.michaelnyman.com) una serie de temas para que cualquiera pueda descargarlos y utilizarlos como banda sonora de sus obras. Todo un lujo.

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