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Los docentes flaquean en autoestima, pero no temen ser evaluados

Los jóvenes no valoran el esfuerzo, según un sondeo a profesores de Secundaria

Los malos resultados educativos en Cataluña han abierto el debate sobre los remedios para mejorarlos. El Departamento de Educación ha planteado algunos: mayor autonomía para las escuelas y los institutos, más poder para las direcciones de los centros y evaluación de los maestros y profesores, además de los propios centros escolares. Una encuesta entre cientos de profesores de Secundaria de centros públicos y privados catalanes revela ahora que los docentes se consideran vocacionales, tienen baja su autoestima, pero no temen ser evaluados, siempre que haya condiciones de objetividad, según se desprende de una amplia encuesta realizada a 457 profesores por Enric Romero, doctor en Pedagogía y profesor de Lenguas Clásicas en el Instituto Sant Andreu, en el barrio barcelonés de Nou Barris.

La mayoría de los encuestados responden que los padres dedican menos tiempo que antes a sus hijos y que hay menos disciplina con los adolescentes. La edad media de los docentes que participaron en la encuesta es de 42 años, con un mínimo de siete de docencia. La antigüedad profesional media es de 17 años. El 81% de los encuestados trabajan en centros públicos y el resto en privados.

La autoestima es un punto flaco de los profesores de Secundaria consultados. El 75,6% dicen que es baja. También respaldan que debe haber mejor formación docente una vez acabada su carrera universitaria y que el actual Curso de Orientación Opedagógica (CAP) -que se extingue este curso- es insuficiente, a juicio del 85% de los encuestados, según el trabajo del profesor Romero, que se ha realizado gracias una licencia de estudios retribuida por la Generalitat.

El 84% de los docentes se ven en dificultades para mantener la disciplina en el aula. El 62,4% cree necesario dominar una lengua extranjera. Y la mayoría no rechaza someterse a evaluaciones externas, algo que acaba de plantear el Departamento de Educación en su borrador de proyecto de ley de educativa. El 79,2% responde que aceptarían la evaluación, siempre que se garantice la objetividad de ésta y que se tome como un factor de mejora en los centros, en vez de ser una medida sancionadora o de control. A la pregunta de si la Administración podría evaluar al docente de forma no sancionadora, la mayoría de los encuestados -el 71,9%- están de acuerdo o muy de acuerdo.

Menos disciplina familiar

Respecto al tiempo que los padres dedican a educación en familia de los hijos, el 94,7% cree que debe aumentar y el 88% dice que la disciplina familiar es menor que hace unos años. Otro dato revela que es abrumador el porcentaje de docentes (96,7%) que dicen que los adolescentes que van a sus clases tienen la percepción de que no hay que esforzarse para conseguir las cosas.

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Respecto a las medidas que propone la Generalitat para dar más autonomía a los centros con el fin de que puedan mejorar los resultados, el autor del estudio se muestra escéptico. "La Administración no cede nunca poder. Cederá problemas", asegura. Es la hora de la acción y de la confianza mutua para llegar a un acuerdo similar a los Pactos de la Moncloa [el acuerdo sociopolítico firmado por las grandes fuerzas sociales tras el franquismo] en materia educativa, en el que participen todos, desde la Administración a los docentes y las familias", defiende Romero.

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