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El escepticismo de Maragall sobre el Estatuto choca con el pragmatismo del PSC y Montilla

ERC, PP y Ciutadans coinciden con el ex presidente en asegurar que la reforma no valió la pena

Miquel Noguer

Entre la sorpresa y la hilaridad, que Pasqual Maragall afirmara que el esfuerzo para reformar el Estatuto "no ha valido la pena" no dejó ayer indiferente a ningún partido. Tampoco al PSC, que se desmarcó de las palabras de su presidente. "Las respetamos pero no las compartimos", dijo el portavoz adjunto de los socialistas en el Parlament, Joan Ferran. El presidente José Montilla, más discreto, se limitó a decir que no tiene interés en "mirar al pasado" mientras que Esquerra, PP y Ciutadans coincidían en señalar que la reforma no mereció la pena.

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Sin razones para la "impaciencia"

Hacía meses que el PSC no debía salir al paso de unas declaraciones polémicas de su presidente, Pasqual Maragall. El silencio de éste había coincidido en el tiempo con su sistemática ausencia de todas las reuniones que la ejecutiva del partido ha celebrado desde noviembre, cuando José Montilla asumió la presidencia de la Generalitat.

Fue el portavoz adjunto en el Parlament, Joan Ferran, quien tuvo que lidiar con las preguntas de los periodistas y desmarcarse abiertamente de las manifestaciones del presidente de su partido. "El partido respeta pero no comparte estas palabras", dijo antes de reiterar lo mismo que los socialistas han dicho de Maragall cada vez que éste les ha pillado a contrapié con alguna declaración polémica. "No es una persona hecha para las declaraciones políticas de tipo mediático".

Y es que Maragall no podía ser más claro y, a la vez, más comprometedor para el actual Gobierno catalán. En la entrevista que ayer publicaba el periodico italiano Europa y que avanzó EL PAÍS, el ex presidente afirmaba que había sido un "error" querer reformar el Estatuto sin modificar antes la Constitución. También calificaba de "provisional" el actual Estatuto por los siete recursos de inconstitucionalidad que pesan sobre él.

Todo ello provocó un gran malestar en el Departamento de Presidencia. Pero en público, José Montilla se limitó a decir que no conocía las manifestaciones de Maragall y que no tiene interés en hacer de "historiador" ni en "mirar al pasado".

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En todo el arco parlamentario, muchos se frotaron las manos. Esquerra vio en las declaraciones de Maragall un aval a su no al Estatuto. "También pensamos que tanto esfuerzo con el Estatuto probablemente no ha valido demasiado la pena", dijo Joan Ridao. Igual se expresaron los otros partidos del no, PP y Ciutadans, quienes recordaron que para ellos el Estatuto nunca ha merecido la pena. En cambio, Artur Mas se confesó "perplejo y sorprendido", sobre todo porque, las manifestaciones llegan del "impulsor" del Estatuto. Para quien la reforma "seguro que ha valido la pena" es el líder de ICV, Joan Saura. Desde las filas ecosocialistas, Jaume Bosch, añadió que las palabras de Maragall se enmarcan en la reflexión de alguien que cree que "sin el Estatuto todavía sería presidente.

Artur Mas y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ayer tras una conferencia de éste en Barcelona.
Artur Mas y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ayer tras una conferencia de éste en Barcelona.TEJEDERAS

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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