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Las escuelas de Vic, contra las aulas separadas para extranjeros

Profesores universitarios también rechazan la medida

El anuncio de la Generalitat de crear aulas separadas para los inmigrantes que lleguen una vez empezado el curso y que no tengan un dominio suficiente del catalán o el castellano choca con la voluntad de las escuelas e institutos de Vic, uno de los dos municipios, junto con Reus, donde esta previsto probar la iniciativa a partir del próximo curso. Directores y profesores de estos centros públicos consideran que estos "espacios transitorios artificiales" no son un buen marco de aprendizaje. Así lo recogen en un manifiesto que harán llegar al Departamento de Educación y al Ayuntamiento de Vic.

Conflictividad

Los profesionales de los centros de titularidad pública advierten del riesgo de segregación, pero también de que no se consigan los objetivos buscados. Creen que separar los alumnos recién llegados del entorno escolar requerirá un doble proceso de adaptación y retardará el aprendizaje lingüístico al faltarles modelos próximos. Temen, además, que se incremente a medio plazo la conflictividad como consecuencia de la guetización y la concentración de alumnos inmigrantes en un único espacio.

En la carta que harán llegar al consejero Ernest Maragall, señalan que la medida se aleja de la filosofía y los planteamientos inclusivos mantenidos en los últimos años por Educación y lamentan el retorno a "prácticas anteriores ya experimentadas y rechazadas", que los maestros consideran "ineficaces".

Entre las firmantes se encuentra Elisabet Rosell, directora del CEIP Andersen de Vic. Rosell defiende el actual modelo de integración a partir de aulas de acogida ubicadas en los mismos centros escolares, a las cuales acuden los alumnos recién llegados en función de un plan de trabajo individualizado.

El alumno se integra en una clase, lo que según Rosell le permite tener "una referencia clara de quiénes son sus compañeros y su tutor", y a partir de las necesidades de cada uno, se programan más o menos horas en el aula de acogida. Rosell afirma que los alumnos recién llegados no retrasan el resto de la clase porque maestros adicionales que destina el departamento trabajan aparte con ellos, "y en nuestro caso", señala, " se crean grupos según el nivel para que nadie esté calentando silla ni otros se aburran".

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El colectivo de maestros de la escuela pública de Vic lamenta la ambigüedad con la que se han presentado estas aulas específicas para inmigrantes, de las cuales no tienen información oficial. Denuncian que la propuesta de la Generalitat no responde a las necesidades de la escuela pública ni es un planteamiento consensuado en la ciudad, y advierten del trastorno que supondrá cambiar un modelo de trabajo que, pese a ser perfeccionable, aún se está consolidando. Sus propuestas para mejorar las actuales aulas de acogida consisten en incrementar y optimizar de los recursos existentes, y reclaman que también las escuelas concertadas que apuestan por la integración dispongan de estos espacios propios de acogida.

La propuesta de Educación también ha concitado el rechazo de un centenar de profesores e investigadores de las universidades catalanas que también han redactado una carta para el consejero de Educación, Ernest Maragall, en la cual afirman que las aulas específicas para alumnos inmigrantes son "un error, socialmente imprudentes y moralmente inaceptables". Asimismo reclaman a Maragall que reconsidere su decisión de empezar una prueba piloto en Vic y Reus. La iniciativa ha partidos de los grupos de investigación que trabajan en los ámbitos de integración de inmigrantes y lingüístico.

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