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La estación de Boí-Taüll proyecta triplicar sus pistas de esquí y aumentar las plazas hoteleras

La ampliación del complejo invernal precisa de una inversión de 250 millones de euros

La estación de esquí de Boí-Taüll (Alta Ribagorça) tiene preparado un proyecto de ampliación de sus pistas y plazas hoteleras que, en caso de obtener la autorización de la Generalitat, le permitirá triplicar su actual dominio esquiable y pasar de 550 a 1.500 hectáreas. La inversión necesaria para llevar a cabo esta ampliación es de 250 millones de euros. Desde la pasada temporada, el complejo invernal de Boí-Taüll es propiedad del grupo inmobiliario madrileño Nozar, que además gestiona el balneario de Panticosa, en el Pirineo de Huesca.

Jordi Sabaté, consejero delegado de la compañía, asegura que con el actual dominio esquiable de 42 kilómetros de pistas la estación no tiene demasiado futuro, por lo que necesita de una ampliación para hacerla rentable y atractiva para los esquiadores.

Boí-Taüll tiene sobre la mesa dos estudios de posible ampliación. Uno prevé que el complejo crezca hacia la montaña de Durro y el otro, hacia las zonas de Sant Martí y Morró. Cualquiera de las dos opciones satisfaría las necesidades de la estación, ya que ambas permiten prácticamente triplicar la actual área esquiable.

Un responsable del complejo indicó ayer que se negocia con la Generalitat desde hace tiempo para conseguir los permisos de ampliación. "Tenemos la voluntad y los recursos necesarios para crear un gran dominio esquiable en esta bonita zona del Pirineo leridano, pero el plan no depende de nosotros", añadió. De todas formas, esta ambiciosa operación no podrá concretarse hasta que la Generalitat publique el Plan Director del Esquí, una normativa que impulsa el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas con el fin de regular el negocio de la nieve, marcar los criterios que seguir para ampliar las actuales estaciones de esquí y definir los mecanismos de participación pública en aquellas que son deficitarias.

Boí-Taüll, la estación más joven del Pirineo catalán, recibe cada temporada alrededor de 160.000 esquiadores, pero en el caso de que la Generalitat diera luz verde a la ampliación planteada podría triplicar esa cifra. La compañía propietaria del complejo también quiere ampliar las plazas hoteleras en 1.500 habitaciones, por lo que más de la mitad de la inversión prevista tendría que destinarla a la construcción de nuevos hoteles de cuatro y cinco estrellas en la zona residencial del Pla de l'Ermita, a pie de pistas, donde dispone de una superficie de 30.000 metros cuadrados urbanizables.

Los planes futuros de Nozar pasan por tener el complejo residencial y hotelero abierto todos los días del año y no sólo durante la temporada de esquí. Sus responsables afirman que no resulta social y económicamente rentable tener cerradas las instalaciones durante determinados meses del año. El grupo Nozal quiere aprovechar la experiencia adquirida en la gestión del balneario de Panticosa y, además de la nieve, explotar al máximo los innumerables atractivos que ofrece la zona, especialmente el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici, sus paisajes naturales y el románico de las iglesias del valle de Boí, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace cinco años.

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