Los expresos políticos exigen a Ortega que mantenga el Memorial
El destino del Memorial Democrático, el ente de la Generalitat que trabaja para preservar la memoria histórica, está en el aire tras la llegada de Convergència i Unió al poder. La Asociación Catalana de Expresos Políticos, que está en plena celebración del trigésimo aniversario de su legalización, exigió ayer que el Memorial Democrático sobreviva y no quede en saco roto su lucha. La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, se comprometió a no enterrar la institución pero anunció cambios de estrategia que todavía no se han concretado. La oposición teme que bajo el viraje, que incluye darle un enfoque más académico al ente, se esconda el fin del Memorial Democrático.
"Queremos saber la intención de Ortega. No estamos dispuestos a que entierren un memorial que nos ha costado tanto lograr", reclamó ayer Enric Pubill, presidente de la asociación de expresos políticos y del consejo de participación del Memorial Democrático. Pubill envió una carta hace dos semanas a la vicepresidenta para reclamarle una reunión, pero aún no ha recibido respuesta. "No estamos conformes en convertir la memoria en una pieza de museo. No se puede deshacer de esta manera", recalcó Pubill, que denunció el "vacío de poder" del Memorial desde que Ortega destituyera a su presidente, Miquel Caminal.
