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La fiscalía investiga 37 millones en facturas falsas de Agrupació Mútua

La entidad denuncia a la empresa Lodares y la ex dirección de Conejos y Millet

Agrupació Mútua, que hace medio año fue intervenida por la Dirección General de Seguros (DGS) por sus deficientes controles internos y su desproporcionada apuesta inmobiliaria, guardaba más que polvo bajo la alfombra en los años que estuvo bajo la batuta ejecutiva de Jordi Conejos y con Fèlix Millet, ex presidente del Palau de la Música, en la presidencia.

Los gestores actuales de la mutua afirman "estar a la espera de que en breve haya una querella criminal presentada en el juzgado", después de que a finales de enero pusieran en conocimiento de la fiscalía de Barcelona sus sospechas sobre facturas por un total de 37 millones de euros correspondientes al periodo 2007-2009, más que todo el dinero desviado en el Palau. Se trata de "indicios de facturas infladas, inconsistentes, falsas, y gastos no justificados", explican los administradores, y corresponden a uno de los proyectos más emblemáticos de Agrupació Mútua: la construcción de una sede corporativa y de un complejo urbanístico en la plaza de Cerdà de Barcelona con 50.000 metros cuadrados de techo que debía integrar oficinas, aparcamientos, comercios y viviendas sociales.

En el centro del huracán figura Lodares 98, la promotora del empresario Venerando Lamelas, que inicialmente participaba en el proyecto Cerdà con el 20% de este. El resto era de Agrupació a través de su filial Amci BD, que tenía el otro 80% del proyecto Cerdà, y que, de haberse terminado, habría supuesto una inversión de 110 millones. Es aquí donde Conejos, Millet y su hombre de confianza, Miquel Navas, entre otros, podrían verse salpicados como presuntos implicados, ya que la denuncia pone en el punto de mira a la ejecutiva de la mutua, a sus consejos de administración y a los de su filial.

En total, el dinero comprometido por Agrupació en el proyecto -del que apenas se ha hecho nada- se eleva a 87 millones, cuando en una valoración inicial la inversión se estimaba en 50 millones, de los que 15 millones los desembolsaba la mutua en capital y los otros 35 millones los ponía gracias a un crédito de Banc Sabadell.

De los 87 millones, y de forma que los gestores no se explican, 4,8 millones de euros de la mutua se destinaron a comprar el 20% de la promotora Lodares en el proyecto. Los gestores temporales (Jacint Boixasa, Sergio Gago y Pere Galí) han paralizado el pago de 14 millones comprometidos.La cuestión es qué hacer con el proyecto Cerdà. Lo que le interesa a la mutua de ese proyecto es contar con una nueva sede corporativa en propiedad, para ahorrarse los cerca de 1,44 millones de euros que Agrupació paga al año de alquiler por los 6.000 metros cuadrados que ocupa ahora en distintos edificios, empezando por su sede actual en la Gran Via.

La entidad negocia con tres promotoras y constructoras una permuta, de modo que la elegida levante su nueva sede y le pague alguna compensación en metálico, a cambio de cederle el proyecto, que cada ofertante valora en función del uso que vaya a darle.

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Agrupació Mútua encargó a un grupo de expertos independientes -no a un despacho de abogados- que la asesorasen antes de dar el paso ante la fiscalía. Y su trabajo puede derivar en nuevos frentes, esta vez protagonizados por su filial Amci Habitat. Los administradores explican: "estamos estudiando también emprender acciones legales" contra la dirección anterior por los eventuales perjuicios para la entidad derivadas de sus inversiones inmobiliarias en Bulgaria, donde se puso en marcha la construcción de un complejo turístico con casi 1.000 viviendas y un hotel a orillas del mar Negro, y en Italia, donde su proyecto pasaba por levantar 300 viviendas, ampliables hasta 500, en Calabria.

Por el contrario, la actividad de la filial Amci Rehabilitació, que cuenta con ocho edificios en el Eixample, no ha suscitado sospechas, más allá de que las adquisiciones de activos se realizaron en el momento álgido del mercado inmobiliario y han perdido valor. La Dirección General de Seguros se inquietó con la práctica de la mutua de emplear plusvalías por inversiones inmobiliarias para cubrir la baja rentabilidad del negocio asegurador, incluso cuando le salió bien antes de la crisis.

Y es que nada menos que la mitad de las provisiones de Agrupació, que ascienden a 500 millones de euros y que están concebidas para poder hacer frente a los compromisos futuros de la entidad con sus mutualistas, corresponden a inversiones inmobiliarias tóxicas. Entre ellas, no sólo figuran los mencionados 87 millones de la filial Amci BD, sino también el dinero prestado por Agrupació a su filial Amci Habitat (46 millones) y la deuda de esta sociedad con la banca, que asciende a 90 millones de euros.

En marzo, Amci Habitat declaró a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su patrimonio neto es negativo, de modo que está en quiebra técnica y en situación de preconcurso. En la negociación de refinanciación con la banca que se desarrolla en este marco, Agrupació Mútua ha renunciado a las primeras garantías en favor de dos de las entidades financieras a las que su filial Amci Habitat debe dinero (Caja Castilla-La Mancha y la CAM).

Para restablecer su equilibrio patrimonial, la mutua ha solicitado a la DGS que le autorice fórmulas como convertir en participativos los créditos concedidos por la entidad a su filial Amci Habitat. Si la Dirección General de Seguros se lo permite, como confían los administradores, la filial podrá contar con cerca de 25 millones de fondos propios. Su idea es aumentar su valor de cara a una desinversión.

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