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Reportaje:

La gamberrada de un letrado

El conductor que dañó la escalinata de la catedral de Girona con su 4x4 se ofrece a pagar la rehabilitación

La euforia de la Nochevieja puede salirle muy cara al joven abogado gerundense Pau Llopart V., quien después de abandonar un bar de la plaza de la catedral, a las tres de la madrugada, decidió subir hasta la seo gerundese escalando la escalinata barroca con su Jeep Wrangler de color rojo. Su acción causó graves desperfectos en un buen número de escalones de piedra numulítica. Las investigaciones policiales no consiguieron identificar al autor del desaguisado hasta el pasado jueves por la mañana, aunque no hubo tiempo para detenerle porque a las pocas horas el conductor se presentó voluntariamente en las dependencias de la policía local acompañado de su abogado, mostrándose arrepentido y dispuesto a correr con todos los gastos de la reparación de los daños causados al patrimonio. "Pagar los daños es para él una cuestión moral", aseguró ayer su abogado, Carles Monguilod.

Concretamente, lo que hizo el letrado fue ascender con su todoterreno por la escalina; al llegar a la puerta de la catedral, rodeó el edificio y llegó a la plaza de els Apòstols. A su paso iba dejando huellas de escalones destrozados.

El pasado día 1 de enero la policía constató los desperfectos originados en la escalinata durante la celebración del fin de año. Las marcas dejadas por los neumáticos del vehículo y las grabaciones efectuadas por las cámaras exteriores de la Audiencia Provincial, situada en la plaza de la catedral, al pie de la escalinata, corroboraron la presencia de un vehículo 4x4 en la zona y sirven para identificar la matrícula del vehículo sin lugar a dudas. Según fuentes de los Mossos d'Esquadra, en la mañana del jueves se tenía "perfectamente identificado el vehículo y la persona que lo había conducido hasta la catedral". Esa misma tarde, el joven letrado gerundense acudió a las dependencias de la policía local de Girona acompañado del abogado Carles Monguilod, uno de los más prestigiosos abogados penalistas gerundenses. Hasta allí se desplazaron los Mossos para tomarle declaración como imputado por un delito de daños.

El Ayuntamiento de Girona, según informó ayer la alcaldesa de la ciudad, la socialista Anna Pagans, realizará junto al Obispado -el propietario del monumento- una valoración exhaustiva de la reparación de los daños causados por la gamberrada del joven letrado. Las obras exigirán tallar nuevas piezas de los escalones, que resultaron gravemente erosionados por las ruedas del vehículo.

En L'Arc, el histórico bar de la plaza de la catedral de Girona en el que el joven abogado celebró el fin de año, cuelga una vieja fotografía que muestra un vehículo de principios de siglo que asciende por la escalinata barroca y que promociona una marca de neumáticos. Posiblemente esa imagen sirviera de inspiración al conductor, que ha negado que la ascensión motorizada a la catedral obedeciera a una apuesta. Pau Llopart asegura que emprendió un viaje profesional a un país extracomunitario y que no conoció las consecuencias de su temeraria actuación hasta su regreso, momento en que decidió presentarse ante la policía local para asumir la acción y admitir su culpa.

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