_
_
_
_
_

Un grupo de 'mossos' canta 'Que viva España' a Artur Mas

La policía catalana protesta por los recortes salariales

El malestar por los recortes aplicados por el Gobierno de la Generalitat vivió ayer un nuevo episodio en Lloret de Mar (Selva), donde más de un centenar de personas se congregaron para abuchear al presidente Artur Mas en la inauguración de la Casa de la Cultura. En la protesta participaron tres sindicatos de los Mossos d'Esquadra, además de representantes de la plataforma Units pel Cap, contra los recortes en sanidad, y otros trabajadores públicos. Los policías autonómicos ondearon una bandera de España. Mientras esperaban a Mas, corearon la canción Que viva España.

Los mossos han decidido no continuar con el encierro que mantuvieron la noche del viernes al sábado en varias comisarías de Cataluña, aunque no abandonan sus reivindicaciones. "Estamos en pie de guerra", proclamó Valentí Anadón, delegado del sindicato policial SAP-UGT. Los mossos calificaron de "medidas draconianas" los recortes salariales que les ha aplicado la Generalitat y criticaron la situación precaria en la que, según ellos, se encuentra el cuerpo. "La seguridad de Cataluña está en peligro", afirmó el delegado de SEM-CC OO, Antoni Castejón.

Los agentes celebrarán asambleas en todas las comisarías la semana próxima para preparar la reunión que mantendrán con el Departamento de Interior el viernes. "No entendemos que se quiera cambiar los uniformes cuando no hay dinero para los chalecos antibalas", declaró David Miquel, del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC).

Los manifestantes, rodeados de un fuerte dispositivo policial, acusaron a Mas de "cobarde" y corearon Que viva España. Sectores de los mossos han amenazado con dejar de utilizar el catalán en sus comunicaciones internas, un tipo de protesta de la que discrepan otros, y cumplir a rajatabla los protocolos, aunque ello dificulte el trabajo. La polémica por la utilización del castellano llegó el sábado a la red social Twitter.

Ayer, los gritos y abucheos de los manifestantes eran ensordecedores cuando el presidente de la Generalitat, al que recibió el alcalde convergente de Lloret, Romà Codina, entró en el edificio. Mas no hizo referencia directa en su discurso a los recortes, aunque admitió que en la sociedad catalana hay "gente descontenta" y que el momento actual es "convulso". El presidente catalán tuvo unas palabras para las agencias de calificación de riesgo después de que Standard&Poor's rebajara el viernes en dos escalones la deuda de España. "Las agencias han cometido errores muy grandes", dijo Mas. En posible alusión al pulso lingüístico lanzado por algunos policías autonómicos, Mas hizo una defensa del catalán, que calificó de "ADN del país".

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol reprochó ayer a los mossos que utilizaron el castellano para protestar por los recortes que con esta actitud "penosa y desacertada" hacen daño a Cataluña. "¿Qué tipo de país es Cataluña si su policía no quiere utilizar la lengua propia?", exclamó Pujol. Los principales sindicatos han retirado esta medida de protesta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Normalidad en las cárceles

La normalidad regresó ayer a las cárceles catalanas tras el bloqueo que los funcionarios protagonizaron el viernes en los centros de Brians, Quatre Camins y Tarragona. Las protestas se enmarcan en la negociación del convenio colectivo, que finalizó en 2011. El Departamento de Justicia tildó ayer las protestas -que impidieron el cambio de turno de empleados y el normal funcionamiento de los centros-, de "coacciones desproporcionadas e irresponsables". En total, la protesta afectó a 5.508 presos, a quienes solo atendieron 152 trabajadores, algunos durante 30 horas seguidas. Unos 3.000 internos no pudieron salir en todo el día y se suspendieron visitas y juicios.

Según la Generalitat la seguridad en las cárceles no estuvo garantizada y la fiscalía investiga si se vulneraron los derechos de los internos.

Los sindicatos mantienen que han perdido el 15% de su poder adquisitivo y que con el nuevo convenio perderán complementos y beneficios sociales. La Generalitat responde que el esfuerzo que pide a los funcionarios es acorde con la situación de crisis.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_