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El hotel junto al Palau de la Música subleva a los vecinos

El Ayuntamiento recibe duras críticas en el primer debate sobre el plan

Àngels Piñol

"Los Hermanos de la Salle pueden ser muy exigentes, pero yo soy una vecina de la calle de Amadeu Vives y también lo soy. No necesitamos más hoteles, ni más turistas ni convertir Barcelona en un parque temático". La intervención de la joven fue acogida ayer con aplausos por la mayoría de los asistentes al primer debate público organizado por el Ayuntamiento para analizar el proyecto urbanístico junto al Palau de la Música que incluye el derribo de tres fincas de la calle de Sant Pere més Alt -incluida la modernista del chaflán con Amadeu Vives- para construir un hotel y un aparcamiento de 60 plazas. El promotor es el propio Palau.

El proyecto incluye el derribo de tres fincas y la construcción de un aparcamiento

El polémico proyecto tiene dividido al barrio y ayer fue recibido con un rechazo frontal por los 150 vecinos que acudieron a su presentación en el centro cívico de Sant Agustí. La sesión fue la primera de una serie de cuatro que ha organizado el distrito para permitir a la ciudadanía expresar su opinión. Pero la idea nace viciada por una razón: la comisión de gobierno ya ha dado luz verde a la propuesta del arquitecto Óscar Tusquets, que sigue su procedimiento, "invariable" hoy por hoy, según el Ayuntamiento.

La Asociación de Vecinos del Casc Antic y el grupo Defensa de Barcelona Vella han presentado alegaciones. La regidora de Ciutat Vella, Itiziar González, estaba ayer satisfecha de haber abierto un debate que permitirá a los vecinos y expertos en patrimonio opinar sobre la movilidad, la conservación del patrimonio (si se deben derribar o no dos de las tres fachadas) y el proyecto arquitectónico. Las conclusiones serán vinculantes. Sin embargo, en la sesión no se aclaró si, en función de cómo se desarrolle la discusión, el proyecto podría ser frenado en la comisión de gobierno. Eso ya pasó con la reforma de la plaza de Lesseps y en el forat de la vergonya, donde se planeó un aparcamiento. La asociación de vecinos abanderó la movilización y ganó la partida.

"Que no nos vendan la moto y nos hagan perder el tiempo. Recuerdo que esta zona es Patrimonio de la Humanidad y que el arquitecto ya asumió el reto de construir el Palau en ese lugar", dijo Maria Mas, de la citada asociación, en alusión a la teoría de que con la demolición se verá mejor uno de los chaflanes del célebre edificio.

En la mesa estaban Carles Díaz, del despacho de Tusquets, y una moderadora externa que encauzó el diálogo. La regidora hizo una exposición previa, pero abandonó el acto porque tenía que acudir a otro. Los vecinos se quejaron de la ausencia de cargos municipales. "¡Queremos una democracia participativa y no ficticia!", exclamó un vecino. "¡Soy mayorcita, pero no tonta!", alegó otra. No le gustó a la audiencia que Díaz explicara que el proyecto tomó forma después de que colegio de La Salle pidiera participar en el plan para superar sus graves problemas económicos. De hecho, su capilla y el auditorio serán derribados para construir el aparcamiento y a cambio ganará mejoras en sus dependencias. El Ayuntamiento cederá al barrio un equipamiento en la calle de la Ciutat como permuta.

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