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La inversión anunciada por Chacón no resuelve la situación de Cercanías

La ministra anuncia 10.000 millones y Nadal los eleva a 13.000

La inflación es galopante. La ministra de la Vivienda y candidata al Congreso en Barcelona por el PSC anunció anteayer una inversión de 10.000 millones de euros en la red ferroviaria de Cataluña y apenas unos horas después, esa cantidad se había incrementado en un 30%: el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, sostuvo ayer que esa cantidad se desglosaba del siguiente modo: 6.000 millones para Cercanías, 4.000 millones para las líneas de alta velocidad y entre 2.000 y 3.000 millones más para los servicios regionales. Total: 13.000 millones. Estas cifras son las de "inversión", es decir, no incluyen las partidas correspondientes a mantenimiento, que es lo que, según diversos informes técnicos de Adif, necesita de verdad la red de Cercanías de Barcelona.

Los incidentes de los últimos meses están asociados a la falta de mantenimiento
En estos momentos no hay proyectos suficientes para la inversión prometida

Las declaraciones de los dirigentes socialistas se iniciaron 24 horas después del anuncio de una inversión de 5.000 millones de euros en los Cercanías de Madrid que pilló a contrapié al Gobierno catalán y al propio PSC, consciente de que donde verdaderamente ha habido problemas ha sido en Cercanías de Barcelona. Fuentes del PSC, advertidas ayer de las discrepancias entre las cifras de la candidata y las que ha maneja el Gobierno catalán, apuntaron que la solución sería sostener que los 10.000 millones de Chacón son sólo para Cercanías, de modo que la inversión en toda la red sería mucho mayor. El problema es que en estos momentos no hay proyectos suficientes para cubrir esas cantidades, según han puesto de manifiesto repetidamente tanto el Ejecutivo autónomo como los dirigentes del propio Ministerio de Fomento.

Joaquim Nadal intentó quitar hierro a la batalla de cifras dentro del propio socialismo respecto a las inversiones en Madrid y Barcelona. En Palamós sostuvo que las cifras dadas por Chacón estaban ya previstas en diversos planes del Gobierno catalán. Estos planes son los relativos a la inversión. En lo que se refiere a Cercanías, los 6.000 millones incluyen, sobre todo, nuevas líneas (la orbital) y desdoblamiento de algunas ya existentes (la que va de Vic a Montcada o la que une Arenys de Mar con Blanes). También se incluyen mejoras en algunas estaciones, pero en modo alguno el mantenimiento que, por definición, no es mantenimiento.

El proyecto de Nadal, entregado ya al Ministerio de Fomento y parcialmente negociado con éste, prevé que la inversión se haga en un plazo de unos 10 años. El ministerio, por su parte, se ha negado siempre a aceptar el proyecto catalán al completo aduciendo que estaba trabajando en un plan propio de Cercanías para Barcelona, plan que nunca ha visto la luz. La oposición (CiU y el PP) se preguntaba ayer si las cifras de Chacón son las del hipotético plan del Gobierno. "Si son cifras del Gobierno, no debería utilizarlas como candidata. Otra cosa es que haya dicho la primera cantidad que se le ocurra", comento el diputado Josep Rull, portavoz de CiU en materia de infraestructuras en el Parlament. Y añadió con sorna: "Probablemente la ministra tampoco tiene el plan de Cercanías de Fomento, porque todo el mundo sabe que es como el secreto de la coca-cola: inalcanzable". La vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, coincidió ayer con Rull al afirmar que no podía dar detalles de las inversiones porque se seguía trabajando en ese plan.

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En cualquier caso, una decidida política de inversiones en Cercanías es necesaria, pero no resuelve a corto plazo los problemas que se han traducido en los repetidos incidentes de los últimos meses, debido a que éstos están asociados a la falta de mantenimiento y reposición en instalaciones ya existentes.

El informe de Adif sobre los puntos débiles, en poder de Fomento, ha sido sólo "enseñado" al Gobierno catalán, señala que los principales puntos débiles de la red se hallan en el triángulo comprendido entre Sants, L'Hospitalet y Bellvitge. Pero no es menos grave y preocupante la situación de las catenarias y señales de los dos túneles ferroviarios de Barcelona. El cambio de la catenaria en ambos, necesario a medio plazo, exige medidas drásticas. "Si hay que hacerlo a base de tres horas diarias, que es cuando se puede cortar la corriente por la noche porque no hay servicio", comentó un técnico ferroviario a este diario, "podemos tardar unos 25 años en hacer la sustitución".

La única inversión real relacionada con los túneles es la relativa al cambio de sistema de seguridad. Se prevé instalar el mismo que utiliza el AVE. Esto permitiría aumentar la frecuencia y pasar de un tren cada tres minutos a uno cada dos minutos y unos segundos. El resultado, junto a la mejora que supondrá disponer de mayor capacidad tras pasar los trenes de larga distancia y regionales a las vías de ancho europeo, puede ser una mejora a medio plazo, nunca la solución definitiva de la red de Cercanías. La ministra declinó ayer ofrecer un desglose de las inversiones anunciadas y remitió a declaraciones que proyectaba hacer hoy en Barcelona. "Es muy posible que mañana [por hoy] esos millones ya hayan vuelto a crecer", ironizó Rull.

Multiplica que algo queda

Hay una forma de cotejar las promesas electorales de Carme Chacón (más de 10.000 millones de euros, sin calendario) con las referidas por el consejero Joaquim Nadal (13.000 millones, a 10 años). Se trata de ver qué decía el convenio firmado entre Política Territorial y el Ministerio de Fomento en noviembre de 2006; es decir, ya aprobado el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que prevé inversiones adicionales hasta 2012. El convenio habla de inversiones para realizar por las dos administraciones tanto en la línea de alta velocidad como en las de Cercanías. La suma de ambas es de unos 5.700 millones.

En Cercanías la cifra que se debe invertir es de 3.563 millones de euros, de los que 2.363 millones serían aportados por el Ministerio de Fomento y 1.200 millones más correrían a cargo del Gobierno catalán. En alta velocidad la suma es de 2.170 millones.

Este convenio incluye buena parte de las obras ferroviarias que figuran en la relación que la semana próxima analizará la comisión bilateral. Desde el soterramiento de las vías a su paso por L'Hospitalet hasta la nueva línea de Cercanías entre Sants y el aeropuerto, contando con las mejoras de la línea de Puigcerdà. Lo que no incluye, obviamente, es el mantenimiento que corre a cargo de Adif, una partida que cambia año a año y sobre la que Nadal quiere tener voz y voto tras el traspaso del servicio de Cercanías (si es que se produce algún día), para evitar que se reduzca.

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