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Un juez embarga el sueldo a los padres de los asesinos de la niña Maores en Ripollet

El Juzgado de Menores que condenó a Sergio y Luis por el asesinato de su compañera de clase Maores, en Ripollet (Vallès Occidental), ha dictado y ejecutado el embargo del sueldo y del piso a los padres de los menores, avanzó ayer el diario El Punt. El juzgado considera que debe hacerlo porque los padres tienen la condición de responsables civiles. La defensa, sin embargo, ha recurrido el auto porque considera que "está mal hecho", según la abogada de Luis, Carme Gómez, informa Europa Press.

Según Gómez, el auto "se ajusta a derecho", ya que, si la familia lo solicita, es posible una ejecución provisional de la sentencia, aunque ésta no sea firme. Cree, sin embargo, que la ley no permite embargar el subsidio de desempleo de la madre de Luis. Además, el juzgado también ha embargado la totalidad del sueldo al padre. Lo habitual, argumenta la abogada, es realizar el proceso de forma más escalonada. El recurso interpuesto por la abogada ante la Audiencia de Barcelona está pendiente de resolución.

Los hechos ocurrieron el 20 de octubre del año pasado y conmocionaron a los vecinos de Ripollet. Sergio, de 15 años, llamó al timbre de Maores (apodo de María Dolores) para que bajara a la calle. La niña estaba enamorada de él y así lo hizo saber entre sus amigos y a través de una página personal en Internet. Sergio la besó en un banco del parque y le indicó que la siguiera hasta un descampado. Allí, degolló a la niña y se ensañó con su cuerpo con un palo de senderismo. Cuando la abandonó, el cuerpo de la menor todavía seguía con vida.

El pasado mes de julio, Sergio fue declarado autor material del crimen. El juez le impuso la pena máxima posible en función de su edad: cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada, como pedía la fiscalía.

El otro acusado, Luis, de 14 años, fue considerado cooperador necesario y fue condenado a otros cuatro años de internamiento. El menor acompañó a Sergio y a Maores hasta el descampado y no hizo nada por evitar el crimen. Ambos se entregaron unas horas después a la policía.

El juzgado también condenó a los menores a pagar una multa conjunta de 525.000 euros, a la que ahora tienen que hacer frente los padres.

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