Mas lanza un plan de privatizaciones para calmar a los mercados

Tras las dudas que de nuevo han sembrado esta semana las agencias de calificación sobre las finanzas catalanas, el Gobierno de Artur Mas salió ayer a calmar a los mercados. A través de una videoconferencia, los responsables de Economía, encabezados por el consejero Andreu Mas-Colell, expusieron a 321 inversores nacionales e internacionales su plan de recortes presupuestarios y anunciaron un programa de privatizaciones que permitirá ingresar al menos 1.850 millones de euros en cuatro años.

Si el lunes la agencia Moody's advertía a sus inversores de que el elevado déficit catalán, del 2,66%, ponía en peligro los objetivos de estabilidad para el conjunto de España, del 6% para este año, ayer era la firma Fitch la que insistía en pedir un "esfuerzo" a las comunidades para cumplir con las metas acordadas. Ambas agencias pudieron escuchar ayer por la tarde un discurso que trató de seducirlas con un plan basado en "previsiones prudentes" y un programa de privatizaciones que, como admitió Mas-Colell la semana pasada en el Parlament, estas firmas de calificación de riesgos suelen aplaudir.

El presidente dice a los inversores que quiere ganarse su confianza

Fue el número dos del departamento, Albert Carreras, quien anunció ante los inversores -entidades financieras y aseguradoras y fondos de inversión y pensiones- un "programa de privatizaciones de más de 2.000 millones de euros" que se ejecutará entre 2011 y 2014. En concreto, la Generalitat podría ingresar 2.350 millones de euros si vendiera todos los activos que ha identificado al precio de valoración. Sin embargo, el Ejecutivo se ha fijado como objetivo privatizar por al menos 1.850 millones.

Esa cantidad incluye la venta de inmuebles, equipamientos y empresas públicas. A pesar de que fuentes de Economía aseguraron que todavía no hay nada decidido, sobre la mesa existe la posible privatización, total o parcial, de las sociedades gestoras de los túneles de Vallvidrera y el Cadí, el Consorcio Ter-Llobregat, que abastece de agua a la región metropolitana de Barcelona, o participaciones industriales de la Generalitat. De hecho, el expresidente José Montilla ya apuntó esa posibilidad antes de las elecciones.

De esa cartera valorada en 2.350 millones, la mayor parte corresponde a equipamientos; 600 millones a inmuebles que ocupa la Administración, otros 600 a participaciones en empresas públicas -que podrían enajenarse parcial o totalmente- y 150 millones a espacios que actualmente están desaprovechados o que están en desuso.

Según expuso Carreras, Economía espera ingresar 400 millones este año -incluidos ya en los Presupuestos-, otros 800 millones el que viene, y los 650 millones restantes, hasta los 1.850 millones, entre 2013 y 2014. Esos ingresos deberían facilitar, junto a los recortes, que en 2012 la Generalitat se sitúe dentro de los objetivos de déficit acordados, con independencia de si recibe el fondo de competitividad.

A la exposición de Mas-Colell y Carreras les precedió un vídeo grabado del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que garantizó a los inversores -que sobre todo eran de EE UU, Reino Unido, Alemania y Francia- su voluntad de "transparencia" y de querer ganarse "su confianza".