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Los médicos cargan contra Ruiz por la gestión del cierre y reapertura de camas

Los profesionales avisan que los recortes en marcha son "insostenibles"

Guerra abierta de cifras entre médicos y el Departamento de Salud, que dirige el consejero Boi Ruiz. Representantes de facultativos de los ocho hospitales gestionados por el Instituto Catalán de la Salud (ICS) acusaron ayer a la Generalitat de falsear datos referentes a las listas de espera y al número de camas reabiertas tras el ajuste veraniego que clausuró una de cada cuatro camas hospitalarias. Salud señaló el pasado lunes que a lo largo de septiembre ha reabierto el 90% de las camas después de mantener abiertas solo el 78% durante los meses de verano. En realidad, al menos en los grandes hospitales públicos siguen cerradas cerca del 70% de esas plazas, además del 60% de los quirófanos, denunciaron ayer los delegados del Sindicato de Médicos de Cataluña de todos los centros del ICS.

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"La situación de la sanidad pública es insostenible. Los datos que ofrece Salud son irreales y están falseados", destacaron en un comunicado. La realidad, solo contrastable pasillo a pasillo, apunta a que los hospitales del ICS conservan más del 10% de camas cerradas. El departamento rechazó la versión de los sindicatos y defendió sus cifras, pero remitió a los porcentajes globales y tampoco aportó datos separados por centros hospitalarios.

Las listas de espera, añadió el sindicato, también incluyen más pacientes y con demoras más largas de lo admitido hasta ahora por Salud. El departamento, que el lunes aportó datos del último semestre, casi dos meses más tarde de lo habitual -los anteriores Gobiernos solían ofrecer estas cifras en agosto-, admite que en la actualidad la situación de las listas de espera es peor, pero remitió a aguardar los datos del próximo semestre. "Somos y seremos transparentes", señaló un portavoz del departamento.

Los médicos, por su parte, sí aportaron datos concretos, que no fueron desmentidos por el Gobierno catalán. El hospital barcelonés de Bellvitge mantiene cerradas 100 camas y 6 quirófanos de los 35 operativos, lo que equivale a haber dejado de operar a entre 2.000 y 3.000 pacientes que han pasado a engrosar las listas de espera, según el sindicato. Los quirófanos que permanecen abiertos, no obstante, se mantienen a medio gas: si el hospital operaba a unos 100 enfermos al día, ahora se interviene a unos 40, precisaron los médicos. El centro sanitario de Vall d'Hebron ha cerrado 120 camas y unos 1.200 pacientes se hallan a la espera de realizar pruebas diagnósticas, precisó Roser Solans, representante de la junta clínica del hospital. Esta precisó que se realizan cerca de la mitad de intervenciones de lo habitual y que Vall d'Hebron cerrará este año habiendo realizado unas 35.000 operaciones, 5.000 menos de lo que suele. En el hospital Trias i Pujol de Badalona siguen cerradas 112 camas, y en el Verge de la Cinta de Tortosa, unas 75 de las 250 existentes. En este centro, la precariedad de condiciones incluso motiva discusiones entre profesionales para decidir quién puede emplear el quirófano.

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"Pedimos al presidente Mas que de forma urgente dote a la sanidad pública de los recursos necesarios para ofrecer la calidad asistencial que merecen los usuarios", resumió la delegada de Vall d'Hebron, Rosa Boyé.

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