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Los médicos piden el copago y un curso de adaptación para profesionales extranjeros

Un tercio de los facultativos que se colegiaron en Barcelona en 2006 procede de otros países

Un requisito necesario. El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona considera que los facultativos extranjeros deben superar un curso de adaptación al sistema sanitario catalán antes de ejercer. El 34,1% de las nuevas altas en 2006 correspondía a extranjeros, de acuerdo con un informe presentado ayer. Más mujeres y más extranjeros en esta profesión son dos conclusiones de este estudio que aborda la falta de médicos en Cataluña. Para evitar la barra libre en la que se ha convertido el sistema sanitario, el presidente del colegio, Miquel Bruguera, abogó por medidas de copago.

Casi 3.000 de los 27.000 médicos colegiados en Barcelona son extranjeros. El 70% procede de América Latina y el Caribe. "El colegio es como una ONU en pequeño", bromeó ayer Bruguera durante la presentación de este estudio demográfico. Bruguera no entró a evaluar el nivel de estos profesionales, pero afirmó que hay que afrontar una "heterogeneidad en los niveles formativos de licenciatura y especialización".

El colegio considera que la llegada de extranjeros debe ser una oportunidad ante la demanda de profesionales, pero alerta de que reclutar médicos en países subdesarrollados es malo para el país de origen, y una práctica que desde el punto de vista ético resulta muy criticable.

La entidad propone el desarrollo de cursos sencillos que deberían exigir una instancia superior, como la empresa o la Administración. De hecho, ya ha puesto en marcha este año unos módulos de 30 horas en los que se enseña el funcionamiento de los sistemas sanitarios catalán y español y el marco legal, entre otras materias.

A otras provincias

En 2006 fueron a otras provincias 266 médicos catalanes, el 25% se dirigió hacia el resto del territorio catalán, mientras que otros partieron a otras comunidades: Madrid acogió al 18%.

Pese a que Cataluña tiene una de las tasas de médicos más altas del mundo -3,7 por cada 1.000 habitantes-, faltan radiólogos, pediatras, obstetras, anestesistas y médicos que hagan guardias, advirtió Bruguera. El aumento de población, el hecho de que hay médicos que no ejercen y un sistema sanitario "poco eficiente, que necesita de muchos médicos para hacerlo funcionar" son algunas de las causas esgrimidas. Las soluciones son varias, apuntó Bruguera. Y disparó sin complejos: "No se puede ampliar la cartera de servicios sin análisis previo. Hemos de huir de la frivolidad de lanzar promesas electorales como la del dentista". También aboga por frenar el consumo abusivo del sistema sanitario y por el copago: "Un sistema de barra libre donde todo el mundo tiene derecho a todo tantas veces como quiera", denunció el presidente del colegio, consciente de que esta medida recaudatoria no siempre es bien acogida. "El copago, desde el punto de vista político, produce angustia. De hecho, la consejera Marina Geli lo retiró cuando vio que no le gustaba al público", dijo Bruguera. Otro aspecto que preocupa es la tendencia a abandonar el trabajo asistencial por parte de los médicos. Bruguera afirmó: "Aquí te toca hacer visitas en el ambulatorio hasta el día que te jubilas".

Médico de familia: Una preparación similar

Waldo Pérez dejó Cuba hace nueve años. Ahora trabaja en urgencias en el CAP Mútua de Rubí. Su primer destino fue Sabadell. Trabajó como comercial de equipos médicos hasta que logró que le homologaran el título. Entonces empezó a realizar suplencias en el Instituto Catalán de la Salud (ICS). "El cambio más grande que noté es que en Cuba el médico de familia hace un seguimiento más integral del núcleo familiar, incluidos los niños y las embarazadas. Aquí no sucede así". Este médico asegura que en España los sueldos son mejores, aunque su preparación académica es similar. Sánchez, que estudió en la Universidad de La Habana, considera que los cursos de adaptación sólo son necesarios dependiendo de la procedencia. "Para los médicos suramericanos la adaptación es más fácil".

Cirugía torácica: Un italiano en el Clínico

El doctor Paolo Macchiarini llegó a Barcelona en enero de 2005 con un extenso currículo a sus espaldas. Licenciado en Medicina en Italia, se especializó en cirugía torácica en Estados Unidos y Francia. El hospital Clínico lo llamó para participar en un proyecto en el que figura como jefe de servicio de cirugía torácica.

"El sistema es diferente. En cualquier país europeo, el paciente sólo espera dos días para un diagnóstico, mientras que en España puede esperar hasta un mes". Macchiarini dice que no tuvo problemas con el idioma. "He aprendido el castellano poco a poco. Entiendo el catalán, pero no lo escribo. A los pacientes les da igual que seas blanco o amarillo, que hables una lengua u otra. Lo importante es que lo hagas bien", concluye.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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