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ELECCIONES 2011
Columna
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Tres modelos de Estado

Durante el último año y medio, la sentencia del Tribunal Constitucional en contra del Estatuto, la masiva manifestación del 10-J en Barcelona, las consultas populares soberanistas celebradas en 553 municipios catalanes y la difícil situación económica han reactivado en Cataluña el debate social sobre la crisis del Estado autonómico y sobre cómo resolver uno de los problemas políticos no coyunturales más graves que tienen España y Cataluña: la forma o el modelo de Estado. La última encuesta del CEO divide a los catalanes entre los partidarios de que Cataluña sea un Estado dentro de una España federal (30%), los que prefieren que sea una comunidad autónoma (30%) y los que desean que sea un Estado independiente (28%). A ello hay que añadir que dos de cada tres catalanes afirman que el nivel de autonomía que tiene Cataluña es insuficiente.

Después de tantos años de pedagogía independentista, la dirección de ERC aún no precisa el proceso para conseguirla

Ante este panorama demoscópico y como respuesta política al debate social, sería previsible y necesario que los programas electorales contemplaran la forma de Estado preferible y, sobre todo, el camino que seguir para conseguirla. Si nos fijamos en los objetivos, las formaciones políticas catalanas se dividen en tres: las que desean mejorar el actual Estado de las autonomías (PP y CiU), las que apuestan por un modelo federal (PSC e ICV-EUiA) y las partidarias de la independencia de Cataluña (ERC). Estas propuestas coinciden, según el CEO, con lo que desean la mayoría de sus votantes, a excepción de CiU, cuyos electores preferirían una Cataluña dentro de una España federal o la independencia (el 34% en ambas respuestas). En cuanto a la precisión programática sobre el proceso que seguir para cambiar o mejorar el actual sistema, hay partidos que no hablan de ello (PP, CiU y ERC) y otros que lo definen con mayor detalle (PSC y, sobre todo, ICV-EUiA).

Para el PP "es innegable la absoluta vigencia y validez del Estado de las autonomías como eje vertebrador de la convivencia y del progreso de los españoles", y solo pretende mejorar su funcionamiento a través de una nueva redistribución de competencias para evitar solapamientos. CiU se ampara en el ambiguo concepto del derecho a decidir (utilizado también por ERC y por ICV-EUiA) para preservar, dentro del marco constitucional y estatutario, la "voluntad del pueblo de Cataluña para continuar siendo lo que somos y proyectarlo con orgullo hacia el futuro". CiU propone cambiar las relaciones Cataluña-España sin renunciar al Estado autonómico, sin modificar la Constitución y aumentando el marco competencial a través del artículo 150.2. ERC apuesta sin ambages por la independencia de Cataluña, pero no deja de ser paradójico que en su programa electoral concluya que "hay que dedicar los próximos cuatro años a construir colectivamente una hoja de ruta propia y detallada hacia el proceso de independencia". Después de tantos años de pedagogía independentista, parece que la nueva dirección del partido todavía es incapaz de precisar un proceso democrático para conseguir la independencia de Cataluña.

Los dos partidos federalistas son los que mejor detallan la conversión de España en un Estado federal. El PSC apuesta por una concepción federal del Estado guiada por "los principios de la cooperación, la coordinación y la subsidiariedad, el acuerdo y la acción multirregional y multinivel". Lástima que no desarrolle mucho más su estrategia, que no concrete la reforma constitucional para transformar el Senado en la Cámara de los "entes con autonomía política" y que haya perdido la ocasión de aplicar este modelo durante las dos últimas legislaturas. ICV-EUiA también opina que el modelo autonómico está en crisis y que la opción del "federalismo plurinacional" es la mejor para España. Los ecosocialistas son los que mejor definen el trasfondo teórico de su modelo y las propuestas para ejecutarlo: derecho a la autodeterminación y reforma global de la Constitución para crear un "Estado plurinacional, pluricultural, plurilingüístico" y para convertir el Senado en "Cámara de representación de los Estados federados".

A pesar de que las contiendas electorales intensifican la comunicación entre los partidos y la sociedad, los políticos catalanes han perdido una nueva oportunidad de explicar sus ideas sobre la forma de Estado. Toda campaña electoral debería contener buenas dosis de pedagogía política.

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Jordi Matas Dalmases es catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona. jmatas@ub.edu

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