_
_
_
_
_

Los 'mossos' acusados de maltrato declaran que el detenido era "agresivo"

La supuesta víctima sostiene ante la juez que fue golpeado "hasta perder el conocimiento"

Jesús García Bueno

Los mossos d'Esquadra acusados de maltratar a un detenido en la comisaría de Les Corts negaron ayer los hechos ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona. Según la defensa de los agentes, éstos utilizaron la "fuerza mínima imprescindible" para neutralizar la "gran agresividad" del arrestado y esposarle. La supuesta víctima de los golpes, Rubén Pérez Marcos, sostuvo por contra que los cuatro policías le pegaron hasta que perdió el conocimieto.

"Creía que Guantánamo quedaba un poco más lejos, por Cuba o así, y no a tres paradas del metro". Con tal ironía se expresó Pérez, de 37 años y vecino de Barcelona, tras ratificar ante la juez su versión de lo que ocurrió el sábado 31 de marzo en la comisaría central de la policía autonómica en Barcelona. Según Pérez, un cabo y tres agentes -dos de ellos, en prácticas- le propinaron "puñetazos y patadas" por todo el cuerpo que le dejaron un ojo morado y lesiones en el diafragma y en el tórax.

Inquieto ante la abrumadora presencia de medios informativos, Pérez abandonó los juzgados abrazado por su novia y encendió un cigarrillo. Más sosegado, explicó que todavía le duelen los nudillos. "Cada vez que veo un coche de los Mossos, salgo corriendo". Aun así, Pérez -hombre de cierta envergadura- deberá seguir tratando con uniformes, ya que trabaja en un restaurante del Port Olímpic frecuentado por policías. "Tendré que darles de comer", bromeó.

Precisamente un comentario de dos jóvenes sobre su novia, a la salida de la discoteca Merlín -en la zona de ocio nocturno de Poblenou- desencadenó la historia. Pérez se encaró con los dos individuos. "Fue un acaloramiento verbal, no llegaron a las manos", precisó ayer la defensa del denunciante, que ejerce el letrado Raúl Huertas. En cualquier caso, Pérez fue detenido posteriormente por oponer resistencia a una patrulla de Sant Martí que había acudido al lugar para mediar en la disputa. Fue trasladado a Les Corts.

El vídeo de la discordia

Lo que allí ocurrió fue grabado por una cámara oculta, instalada por la división de Asuntos Internos ante la proliferación de denuncias contra mossos por malos tratos. Las imágenes aún no se han hecho públicas, y las versiones son totalmente contradictorias. El Departamento de Interior, por ejemplo, las considera suficientes como para haber suspendido de empleo y sueldo a los cuatro agentes. Huertas -el abogado de Pérez- opinó ayer que el vídeo "muestra que hubo una agresión contundente".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Todo lo contrario opinan los abogados de los mossos, Carles Monguilod y Teresa Vallverdú. Según Monguilod, la actuación de los policías fue "profesional y proporcionada" ante la "agresividad" del detenido, que "rompió dos coches patrulla y agredió a los agentes" antes de ser esposado. El letrado insistió en que Pérez "trató de autolesionarse" y aseguró que los informes médicos "sólo indican que tiene un golpe en el ojo".

Tres de los cuatro mossos imputados por un delito contra la integridad moral de Pérez declararon ayer ante la juez. El cuarto no pudo asistir por "motivos personales", dijo Monguilod. Según el abogado, los policías defendieron su trabajo y aseguraron que "habrían actuado de la misma forma, aunque hubieran sabido que una cámara les estaba grabando".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_