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Una mujer, eximida de pagar la pensión de la hija de su pareja

La Audiencia de Girona corrige a un juez de familia

La Audiencia de Girona ha eximido a una mujer de contribuir a pagar la pensión de alimentos de la hija de su pareja, un hombre divorciado. La sentencia revoca otra que dictó el Juzgado de Primera Instancia número 6 de esa ciudad el pasado mes de junio, en la que se aseguraba que los ingresos de la mujer, Elena Porras, servirían para "coadyuvar a la sufragación [sic] de la pensión" de la hija de su pareja, a pesar de que ni siquiera viven juntos.

El juez realizó esas consideraciones en la sentencia de divorcio de los padres de la niña, que otorgó la guarda y custodia de ésta a la madre, estableció un régimen de visitas y fijó una pensión de alimentos, como ocurre en un caso así. El hombre recurrió y ahora la Sección Segunda de la Audiencia de Girona le ha dado la razón en lo que se refiere a la obligación de su nueva pareja de ayudar a costear el pago de la pensión de alimentos de la niña, que tiene cinco años. "Hay que aceptar la queja" del padre, dice el tribunal, y considerar la "imposibilidad de valorar los ingresos que pueda percibir la nueva pareja sentimental para fijar el importe que él ha de pagar como alimentos".

La sentencia reduce la pensión de alimentos de 240 a 180 euros mensuales al considerar la situación económica del padre y razona que se adopta esa medida para asegurar que el hombre pueda afrontar el pago. Y es que la madre tiene unos ingresos más elevados que los de él y paga una hipoteca inferior, recuerdan los jueces. "Las dos aportaciones han de ser sufucientes, por ahora, y ante la imposibilidad del padre de hacer una contribución mayor, para cubrir las necesidades básicas de una niña de cinco años que acude a la escuela pública", dice la Audiencia de Girona.

Elena Porras explicó ayer que los razonamientos de la Audiencia de Girona le parecen coherentes y que tranquilizan a miles de personas que pudieran encontrarse en una situación similar. "Yo no sé qué pintaba en todo eso", dice. Él vive en un piso de su propiedad en Llagostera, y ella, de alquiler en una pequeña vivienda de Platja d'Aro. Es allí adonde acude la niña con su padre los miércoles por la tarde, el día de la semana que la justicia le permite estar con él al margen de los fines de semana alternos y las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano.

A raíz de ese caso, Elena Porras contactó con otras mujeres y crearon la Asociación de Mujeres por la Igualdad y la Custodia Compartida, que desde hace unas semanas está llevando a cabo diversas iniciativas a favor de una profunda modificación en la legislación en materia de divorcio. Hoy, con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño, han convocado una concentración frente a los juzgados de familia de Barcelona, junto con otras asociaciones.

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