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Reportaje:FIRA DE TEATRE DE TÀRREGA

El mundo feliz de Antúnez

El artista reflexiona sobre la tecnología en 'Protomembrana'

Que la tecnología está invadiendo nuestras vidas es algo a lo que nos vamos acostumbrando. Que con ella podamos llegar a un mundo feliz y utópico ya cuesta más de creer. Marcel·lí Antúnez, miembro fundador de La Fura dels Baus que lleva trabajando en solitario desde los noventa, demuestra con Protomembrana que la robótica puede estar al servicio de la humanidad en el sentido más humano del término.

Con su sistematurgia o dramaturgia de los sistemas computacionales, Antúnez presenta una performance en la línea de las que ha desarrollado en los últimos años siguiendo su investigación artística y artesana en el territorio de la dimensión desconocida. Porque una cosa son los teléfonos móviles o los mandos a distancia y otra -aunque, según explica, la misma- la mecatrónica, esas membranas sensibles, esos dispositivos con los que se envuelve y con los que establece su personal control escénico.

La idea es sorprendente y genial: llegar a dominar el mundo, fenómenos naturales incluidos

La idea es genial y sorprendente: llegar a dominar el mundo, fenómenos naturales incluidos, con este software y hardware que permite captar deseos y emociones. Si podemos encender el televisor a distancia, también podríamos, gracias a unas prótesis bluetooth y wireless, accionar la recogida selectiva de basura, por ejemplo, y de ahí a lo que quieran imaginar.

Un mundo sin pobreza ni políticos, proponía Antúnez desde su tarima en un momento de su curiosa exposición.

Protomembrana es un montaje divertido y didáctico, delirante y también poético. Un conjunto de fábulas animadas gráficamente, controladas por sus gestos y con las que Antúnez interactúa con el público, que puede participar en directo de sus propuestas. Lo más interesante de la primera jornada de esta 27ª edición de la Fira de Tàrrega Teatre al Carrer, cuya programación sigue este año la consigna de territorio creativo.

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La inauguración oficial y artística de la Fira tuvo lugar la noche del jueves en la habitual explanada de la avenida de Tarradellas de la localidad a cargo de la joven formación gerundense Deambulants. TIR es el título de un espectáculo de danza aérea que se desarrolla sobre una pared de 33 x 12,5 metros formada por contenedores de mercancías superpuestos.

Desde lo alto de la estructura, los componentes del grupo -media docena de acróbatas- se cuelgan subiendo y bajando, girando, saltando y volando sujetos por unos arneses que les permiten desafiar la gravedad y dar la idea de bailar por los aires mientras un par de músicos amenizan sus ejecuciones en directo.

Sin embargo, aunque vistoso de entrada, que no nuevo porque ya hace tiempo que se dan propuestas de este estilo, la danza se agota enseguida, pues una vez han subido, han bajado, han girado y han saltado sólo les queda repetir lo mismo en otro orden.

Para cuando el montaje acabó con un petardo, gran parte de los asistentes (las cifras oficiales hablan de 4.000) ya había retomado el camino de vuelta a sus casas. A favor de TIR, dirigido por Montserrat Canals y Jordi Miquel, su buena visibilidad, algo que no siempre se consigue en este vasto espacio inaugural. El espectáculo lo ha programado el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) y podrá verse en los jardines del teatro en mayo y junio.

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