Los niños 'castellers' de dos 'colles' estrenan casco sin ningún tipo de problemas
Las agrupaciones actúan tras el paréntesis impuesto por la muerte de Mónica Galindo
Los más pequeños de la Colla Jove de Tarragona estrenaron ayer, en La Canonja, el casco en plaza. Tras probarlo durante algunas semanas en los ensayos, la colla asumió con naturalidad su uso y los niños lo llevaron con soltura y comodidad. Parece, pues, que las primeras pruebas son bastante positivas. En Llorenç del Penedès, Els Nens del Vendrell también lucieron el casco casteller por primera vez. La caída de un tres de vuit sin ningún tipo de consecuencia puso en evidencia la tensión que aún se vive en las agrupaciones tras la muerte de Mónica Galindo.
Las colles castelleres han reemprendido este fin de semana sus actuaciones tras el paréntesis que supuso la suspensión de las actuaciones el pasado fin de semana en señal de duelo por el fallecimiento de la niña castellera Marina Galindo, de los Capgrossos de Mataró, el pasado 4 de agosto.
Varias agrupaciones levantaron castells de ocho pisos de altura, y el más destacado fue el quatre de vuit amb l'agulla, que completó el sábado por la tarde la Colla Vella de Valls en la localidad tarraconense de Vallmoll. Los de la camisa rosada también se hicieron con el tres de vuit y la torre de set. Y lo mismo hizo la colla Joves de Valls, también presente en la exhibición.
La mayor expectación, no obstante, se produjo en Llorenç del Penedès y en La Canonja, donde los pequeños castellers de Els Nens del Vendrell y de la Colla Jove de Valls estrenaron el casco. Los de Valls actuaron sin ningún tipo de problema y se pudo ver a los niños absolutamente cómodos. En cambio, los de El Vendrell forzaron un poco más la máquina, y tras completar la torre de set, probaron sin suerte el tres de vuit, que de hecho constituyó la única caída de un castell importante en todo el fin de semana. No paso nada, como es normal. Con el cinc de set y el quatre de set amb l'agulla completaron su actuación.
En Llorenç del Penedès participaron también los Castellers de Vilafranca y los Xiquets de Tarragona. Tanto los de Vilafranca como los de Tarragona plantearon una actuación segura y de poco riesgo. Los verds ejecutaron el tres, el quatre y la torre de vuit amb folre, lo que ya es bastante teniendo en cuenta que este fin de semana lo tenían planeado tras meses de descanso, y sobre todo porque mañana afrontarán una de las exhibiciones calientes de la temporada, la diada de La Bisbal del Penedès, junto con las agrupaciones de Valls.
Los Xiquets de Tarragona completaron la torre de set, el tres de vuit y el quatre de set amb l'agulla, actuación que tienen más que consolidada.
Un proyecto dirigido por un equipo científico
Los cascos castellers han sido fabricados siguiendo las indicaciones del equipo científico del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Sant Cugat del Vallès, por encargo de de la empresa murciana NZI Helmets, especializada en la fabricación de cascos para motoristas.
Estos utensilios para los castellers son de color negro y tienen un precio cercano a 45 euros por unidad. La fabricación está subvencionada por la Coordinadora de Colles Castelleres. Están hechos de un material resistente a los golpes, pero al mismo tiempo blando (deformable), de manera que se eviten tanto las lesiones craneales a los niños como las de los miembros de la piña o base.
Estas son las dos premisas básicas que se tenían que cumplir para que el proyecto de los cascos fuera viable. Son similares a los otros, pero sin la resina que da la consistencia dura externa. El material del que están hechos tiene densidad superior incluso a la de un casco para motoristas.
Como no existían unas pruebas específicas de un casco para castellers, fueron sometidos a las mismas pruebas a las que se practican con los que utilizan los motoristas a pesar de que los impactos no son tan fuertes.
