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Los niños viven hoy su último Sant Joan con petardos

Lluís Pellicer

Ni chinos, ni bengalas, ni cebolletas. Hoy es la última verbena de Sant Joan sin una edad mínima para tirar petardos. Una directiva comunitaria prohibirá el uso de cualquier tipo de explosivo a menores de 12 años a partir de 2010. Y entre 12 y 16 años sólo se podrán usar petardos de bajo riesgo, como bengalas. No podrán lanzar cohetes, ni tracas ni truenos.

La patronal del sector opina que la medida hundirá las ventas, que este año ya han caído más del 20%. Uno de cada 10 quioscos para despachar petardos ya ha tenido que cerrar. "Las colles infantiles dejarían de existir, aunque nos han dicho que tratarán de acogerse a todas las excepciones de la directiva", explica el presidente de la patronal, Eduard Cunillera. El consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, aseguró que el Ejecutivo catalán no aceptará una directiva que ponga en riesgo el "patrimonio festivo" catalán.

Los bares y discotecas confían en la verbena para resarcirse de la caída del 15% que acumulan en su facturación. Los gremios temen que la gente se dé al botellón, ya sea en casa, en la calle o en la playa. Por eso, los locales de ocio nocturno mantienen los precios del año pasado y, en algunos casos, los rebajan y cobran la entrada como si fuera sábado.

Más información en la página 8

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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