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El nivel de catalán no debería excluir de entrada a los buenos profesores

La mayoría de docentes universitarios defienden exigir la lengua tras la contratación

La Generalitat ha tardado en dar el paso, pero al final lo ha hecho. Los profesores universitarios tendrán que demostrar que saben catalán. Se les pedirá el nivel C de suficiencia, pero sólo a los que se incorporen a partir de las próximas convocatorias. Los actuales profesores quedarán excluidos de una medida que afectará a todos los estratos del profesorado: catedráticos, profesores agregados, titulares, lectores y asociados. Así lo fija el acuerdo aprobado el día 11 de junio por la Generalitat y las universidades en el Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC), el órgano de coordinación del sistema universitario catalán.

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La aprobación pasó casi de puntillas. La maquinaria de comunicación del Gobierno no se puso en marcha esta vez y la medida no fue comunicada a los medios. Se filtró días después a través de algunas universidades. Fue a partir de ese momento cuando la comisionada de Universidades, Blanca Palmada, la confirmó.

El documento aprobado por el CIC, al que ha tenido acceso este diario, salió adelante por asentimiento, sin votación, a propuesta de la Generalitat. El texto aprobado dice que la medida afecta a todas las universidades, sean privadas o públicas, y también a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). La justificación legal de la medida se basa en el nuevo Estatuto catalán, la Ley de Universidades de Cataluña y la Ley de Política Lingüística, destaca el texto del acuerdo. Actualmente, más del 60% de las clases de las universidades catalanas ya se imparten en catalán.

La medida había sido aplazado varias veces. Por eso, era esperada y el mundo universitario la ha acogido con pausa, pero con debate. La mayoría de los docentes consultados por EL PAÍS defienden la necesidad de impulsar el catalán en la Universidad, pero haciéndolo de forma amable y dando ayuda, fijando plazos amplios para acreditar el conocimiento del idioma y haciéndolo una vez contratado el profesor y no antes, para evitar perder de entrada a los buenos docentes. Así lo han estado haciendo con sus propias normas varias universidades. Pero el acuerdo final del CIC es más radical y exige en la mayoría de los casos a los docentes el nivel C de entrada, aunque con algunas rendijas para que las universidades puedan maniobrar.

Más allá de la norma general, las universidades tendrán margen para actuar "de acuerdo con la temporalidad o las características específicas de las tareas académicas vinculadas a la investigación o a la docencia en terceras lenguas", dice una de las excepciones. En este caso, se deja en manos de las universidades y, en particular, de las rectoras o rectores para que establezcan "los procedimientos y los términos pertinentes para que este profesorado acredite el conocimiento del catalán".

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Segunda excepción. También se salvarán de acreditar el nivel C los profesores visitantes [que imparten docencia temporal], los eméritos y los que realicen una actividad académica honoraria". La tercera excepción a la norma dice que los profesores contratados de forma temporal que aspiren a hacer carrera académica y no tengan el nivel C dispondrán de hasta dos años para hacerlo, en un plazo a fijar por cada universidad. Esto afectará a las nuevas convocatorias para profesores lectores, el paso previo para ser titular y catedrático.

FERRAN REQUEJO Catedrático "Debe aprenderse, pero con ayuda"

"Es necesario reforzar el catalán en los estudios de grado [antiguas licenciaturas y diplomaturas], pero creo que exigir el nivel C no es lo más adecuado", dice este catedrático de Ciencia Política de la UPF. "El nivel C refleja una mentalidad antigua. Sería mejor definir algo más práctico y adaptado al trabajo que se hace en la Universidad. "Y hay que hacerlo de forma simpática, dando tiempo y ayudando", indica. "En cambio, no lo veo necesario en los masters y en doctorados, donde el idioma base debe ser el inglés, ya que la tendencia es que se haga todo en este idioma. En unos años, quienes no den masters en inglés deberán explicar por qué no lo hacen".

ESTHER GIMÉNEZ-SALINAS Catedrática y rectora "La mejor vía es dar incentivos"

"No soy partidaria de regular. La mejor vía es dar incentivos, incluso económicos para que los profesores que no lo saben aprendan catalán", dice la rectora de la Ramon Llull y catedrática de Derecho Penal, una mujer políglota que habla catalán, castellano, alemán, francés e inglés. "Debería haber también flexibilidad. Si hay alumnos que mayoritariamente se defienden mejor en castellano, las clases deberían ser en esta lengua y si lo son en catalán, en catalán". En todo caso, subraya que la exigencia debería ser "con posterioridad a contratar al profesor y no antes para no excluir a los buenos docentes por este motivo".

FRANCISCO RICO Catedrático "El nacionalismo vive de espejismos"

"La medida no aspira a ser efectiva, sino a seguir manteniendo la ficción de una Cataluña sólo catalana y monolingüe", dice el catedrático de Lenguas Hispánicas de la UAB. "Lo que ocurrirá es que cada cual seguirá usando la lengua que le apetezca, pero oficialmente se mantendrá la exclusión del castellano de la esfera pública. Como en la escuela, ¿qué costaría impartir clases en castellano o en catalán, según las circunstancias? No se crearía un doble sistema educativo ni habría segregación. Pero el nacionalismo es una alucinación y necesita vivir de espejismos. Lo peor es que entre quienes no vivimos en Cataluña son bastantes los que se los toman en serio".

RENAN ULRICH GOETZ Profesor tilular "Puede que no vengan de fuera"

Este alemán de Hamburgo es profesor titular en la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Girona. Entiende que se refuerce el catalán, pero dice que debe hacerse con tacto. "Quizá sería mejor dar incentivos y tiempo, sin obligar a exigir un nivel de entrada", dice. "Si me hubieran dicho hace 10 años que tenía que aprender dos idiomas, hubiera sido difícil. Lo he aprendido poco a poco. Tengo el nivel B de catalán y escribo en esta lengua, aunque las clases las doy en castellano", añade. La medida puede provocar, a su juicio, "que los extranjeros no vengan" a la universidades catalanas y que se retraigan "los del resto de España y los latinoamericanos".

JOSEP OLIVER Catedrático "No debería ser un requisito previo"

"Dominar el catalán no debe ser un requisito previo para acceder a una plaza", dice Oliver catedrático de Economía Aplicada de la UAB. "Lo primero que hay que tener en cuenta para elegir profesores es su excelencia. Después se puede exigir el catalán, en un periodo razonable. Eso sería lo sensato y así lo hemos estado haciendo algunas universidades, entre ellas, la UAB. Pero si se pide de entrada el nivel C para optar a una plaza, estamos dando un mensaje de autoprotección que no es bueno. Por eso, insisto en que conocer el catalán en la Universidad, desde luego, pero siempre exigiéndolo después de acceder a una plaza y nunca como exigencia previa".

JOAN SOLÉ Profesor titular "El catalán es débil y debe apoyarse"

"Estoy a favor de reforzar el catalán. No sé si se tiene que exigir precisamente el nivel C u otro nivel sería más adecuado, pero hay que promover el conocimiento del catalán, que es la lengua débil", afirma este profesor de Economía de la Universidad de Girona. "Soy consciente de que exigir un nivel de catalán puede dejar en desventaja relativa a algunos que opten a ser profesores y precisamente por eso hay que facilitar las cosas a la gente", agrega este docente. "Y tampoco debe olvidarse el idioma inglés, que tendría que ir a más en las universidades, y debería haber también medidas para aprenderlo o perfeccionarlo".

JORDI LLOVET Catedrático "Las clases deben ser en las dos lenguas"

"Lo que se enseña es más importante que la lengua en la que se enseña. Por tanto, los contenidos son más importantes que la forma", dice este catedrático de Literatura Comparada de la UB. "No estoy a favor de que se exija el nivel C, sino de que las clases se den en las dos lenguas, el catalán y el castellano", añade este profesor, que imparte sus clases en catalán. "Se debería dar libertad de opción en una u otra lengua. La mitad de la población tiene el catalán como lengua materna y la otra mitad el castellano. Las clases deben impartirse en función de la demanda del alumno o desdoblando grupos en las dos lenguas", señala Llovet.

XAVIER MENDOZA Profesor de Economía "Lo esencial es atraer buenos profesores"

"Nuestra preocupación debe ser atraer a buenos profesores, captar talento y, a partir de ahí, si alguien no tiene el nivel exigible de catalán darle unos plazos amplios: tres, cuatro años para adaptarse", afirma este profesor titular de Estrategia Empresarial en Esade, donde es director general adjunto. Xavier Mendoza dice que los centros universitarios "deben garantizar que pueda usarse el catalán. Pero hay que ver también que se mantenga la autonomía universitaria y la política de contratación del profesorado. Las realidades", añade, "son muy difentes y lo que se ha aprobado es bastante homogeneizador", dice.

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