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La población reclusa cuesta cada día 650.000 euros y ya roza los 10.000 presos

En las cárceles de Cataluña hay ya 9.845 presos. Cada uno cuesta diariamente a la Generalitat 66,08 euros. Es decir, la población penitenciaria supone un gasto diario de 650.557 euros y anual de 237,4 millones. En esa cantidad se incluye todo el personal penitenciario, la manutención, los programas de intervención y los contratos externos, como la asistencia psiquiátrica. No se contabiliza el gasto por la vigilancia perimetral de los Mossos d'Esquadra, el traslado de presos ni la inversión para construir nuevas cárceles.

Son cifras del llamado Boletín Penitenciario, que elaborada cada semestre el Departamento de Justicia y que fue presentado ayer. Es una radiografía bastante detallada del estado de las prisiones catalanas que ratifica con cifras varios hechos. El más importante es el imparable aumento del número de presos. Ha sido de 450 en los últimos 12 meses y cuando finalice el año se habrá superado la simbólica cifra de 10.000.

El incremento ha sido del 4,78% en un año, mientras que la población general sólo ha aumentado el 1,06%. Cataluña tiene una tasa de 137 presos por cada 100.000 habitantes, menor que en el resto de España, donde es de 157, pero solamente superada en el conjunto de los países europeos por la proporción del Reino Unido, que es de 152. En Italia, la tasa es de 75 presos por 100.000 habitantes; en Alemania, de 88, y en Portugal, de 105.

El déficit de plazas que hay ahora en Cataluña es de 1.000 y nadie duda que aumentará hasta final de año. De esta manera, las dos prisiones que se inaugurarán en los próximos meses únicamente servirán para absorber ese déficit, pero no para esponjar las prisiones. Una de las nuevas cárceles será para jóvenes, tendrá 400 plazas y estará en el recinto de Quatre Camins, y la otra será la cárcel de Lledoners, levantada en Sant Joan de Vilatorrada (Bages), con capacidad para 750 presos.

Del total de los reclusos, 2.230 son preventivos, lo que supone el 22,7%, la proporción más alta de esta década. El perfil sociodemográfico de los presos es el de un hombre de entre 31 y 40 años condenado, por delitos contra el patrimonio o contra la salud pública, a una media de ocho años y dos meses, una cifra un tanto engañosa, porque hay reclusos con penas de más de 20 años de cárcel y otros de tres, por ejemplo. La proporción de mujeres se mantiene estable desde hace años y ahora es del 7,2%; es decir, 711.

Un total de 4.030 presos son extranjeros y ya representan el 40,9%. En 2002, por ejemplo, había 1.538 presos que no eran españoles y suponían el 24,4%. La mayoría proceden del Magreb (35,6%) y de Suramérica (27,3%).

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