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La policía investiga la muerte de un joven en una cámara de fruta

Agentes de los Mossos d'Esquadra de Lleida investigan la muerte de Llorenç P. M., de 24 años y vecino de Torregrossa (Pla d'Urgell), en el interior de una de las cámaras frigoríficas de una empresa de fruta propiedad de su familia. Los investigadores policiales descartan una muerte violenta y será la autopsia, cuyos resultados tardarán aún varios días en conocerse, la que determinará la causa exacta y las circunstancias del fallecimiento del joven.

El suceso se produjo alrededor de las cuatro de la tarde del pasado domingo, cuando Llorenç fue a buscar unas piezas de fruta para comer al almacén frigorífico de la empresa Pedrol Fruit, situada a unos 100 metros del domicilio familiar del joven. Al ver que tardaba más de lo normal en volver, su padre empezó a preocuparse y fue a buscarle. Nada más entrar en la cámara frigorífica lo encontró inconsciente en el suelo.

El joven, que presentaba parada cardiorrespiratoria e hipotermia, fue evacuado inmediatamente al hospital Arnau de Vilanova de Lleida, donde falleció poco después. En un principio se pensó que el desgraciado accidente se había producido en el interior de una cámara que funciona con temperatura controlada y que se caracteriza por la ausencia de oxígeno, pero la familia explicó ayer que los hechos se produjeron en un cámara de frío normal.

"Algo extraño le tuvo que pasar. Había entrado allí 50.000 veces, como todos los de la casa, y se conocía muy bien el lugar, pero en ese momento estaba solo y nadie pudo auxiliarle a tiempo", explicó ayer su hermano mayor, Josep Ramon.

La muerte de Llorenç P. M. ha causado una gran conmoción en el pueblo, en el que viven unas 2.300 personas y donde era muy conocido y apreciado por todos los habitantes. Isidre, el encargado del almacén de fruta, estaba ayer tan afectado que sólo atisbó a decir que era "un gran chico". Sus amigos no encuentran palabras para expresar los sentimientos por lo sucedido. "Estamos muy tristes y afectados. Todo el mundo lo conocía, era muy agradable y simpático. Le podías decir cualquier cosa y siempre se lo tomaba bien. Aquí venía cada día a almorzar y a ver el fútbol", señaló la propietaria del bar 9.6, lugar de encuentro de los jóvenes del pueblo. El funeral se celebrará hoy a las doce del mediodía.

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