La producción de Yamaha en Cataluña cae a la mitad
La industria de las dos ruedas, que se concentra casi en un 90% en Cataluña, no se libra de un consumo que sigue átono y triste. La esperanza del sector es el incipiente dinamismo que se augura para el año próximo en el mercado europeo, adonde exporta el grueso de su producción. Pero, por ahora, los indicadores miran muy abajo. Tras el mazazo en Honda y de sus 180 despidos, el mayor fabricante que queda en Cataluña, la japonesa Yamaha Motor España, prevé cerrar este año con una caída de ventas del 43% por lo que respecta a las motos de más cilidrada y de más del 50% en las de 50cc. La cifra de negocios, que en 2008 acabó en 387 millones de euros, se estima que menguará hasta los 190 millones. Su presidente, Jorge Lasheras, confía en que en 2010 el tirón exterior le permita aumentar hasta un 30% su actividad, "pero aunque fuera así, seguimos estando por debajo de la línea de flotación", dice.
Yamaha exporta a Europa (Italia, Francia y Alemania) el 70% de lo que produce y presentó el verano pasado una suspensión temporal de 184 empleos (el 47% de la plantilla) en Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental).
Según la patronal, Anesdor, la producción total del sector cayó el 34,9% entre enero y junio. En 2008 ya había caído el 33,2% en ciclomotores y el 21,2% en motocicletas.
