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Una radial entre dos sindicatos

El intento de CC OO de usar una puerta que acapara CGT recrudece la guerra en el edificio de la Via Laietana

Cristina Delgado

A las puertas del número 18 de la Via Laietana un avispero de gente esperaba ayer a las siete de la tarde bajo la atenta mirada de media docena de mossos d'esquadra. En medio del grupo, de un centenar de personas, una línea imaginaria: a un lado, afiliados y miembros de CC OO; al otro, de CGT-Barcelona. Joan Carles Gallego, secretario general de CC OO de Cataluña, se reunía en sus oficinas con miembros del Ministerio de Trabajo. Habían llegado para hablar con dirigentes de ambos grupos y tratar de poner paz en una guerra abierta que parece no tener fin: el conflicto de que ambas agrupaciones sindicales mantienen por el edificio que comparten. La última batalla: uno de los accesos.

El edificio sindical de la Via Laietana tiene dos grandes puertas. La del número 16 solo da acceso a las oficinas de CC OO. De la puerta del número 18, que legalmente deberían poder usar ambas agrupaciones, únicamente tiene llave CGT, que se niega a facilitar su uso al otro sindicato. Asegura que solo da acceso a sus plantas y que sus vecinos la reclaman para poner su cartel en ambos portales. CC OO ayer decidió abrirla con una sierra radial. Y lo que era una guerra fría se calentó.A las 8.30 de la mañana un grupo de personas de CC OO acudió con una sierra radial a romper la cerradura del portal 18. En la novena planta medio centenar de personas de CGT-Barcelona asistían a un curso. "Oyeron el ruido y decidieron bajar. Vieron que CC OO trataba de forzar la puerta y lo impidieron", explica Carlos Navarro, portavoz de CGT. Entonces llegó la pedrada en la puerta de cristal, que ha dejado una enorme marca en forma de araña. Ambos sindicatos aseguran que fue obra del contrario. Llegaron los Mossos y empezó el tira y afloja entre las agrupaciones. CC OO cortó la luz a sus vecinos (a los que acusan de no pagar las facturas) hasta pasadas las cuatro de la tarde. Los de CGT-Barcelona prometieron que no se irían del vestíbulo y dormirían allí para defenderlo, aunque legalmente debería ser de ambos. Atrancaron la puerta con una escalera y varias maderas. Con un carril de la Via Laietana cortado a la altura del edificio por la cantidad de sindicalistas y curiosos que esperaban a las puertas, el ministerio llegó para mediar. "Dejó claro que CGT debe permitirnos usar el acceso. Ha tratado de negociar, pero CGT no quiere. Si no ceden, el ministerio ordenará que se abra la puerta", explicó a última hora de ayer Dolors Llobet, portavoz de CC OO de Cataluña.

El edificio de la Via Laietana, propiedad del Estado, lo compartían CC OO y UGT. CGT ocupó hace años una planta que teóricamente estaba destinada a la patronal Fomento del Trabajo. En mayo, UGT obtuvo un nuevo edificio en La Rambla y sus dos plantas quedaron vacías. CGT-Barcelona, amparándose en que no eran de nadie, trató de ocuparlas. Miembros del sindicato echaron una puerta abajo e levantaron una barricada. Sin embargo, el ministerio asignó oficialmente el espacio a CC OO, ya que le correspondía por número de delegados.

Desde entonces todo ha ido a peor. "Son unos bárbaros. Yo cojo un autobús todos los días frente a esta puerta [la del número 18] y tengo que aguantar que me insulten", se quejaba ayer Gallego, que no negaba que por la mañana usaran una radial para tratar de entrar. "Es que esa puerta es de todos. Tenemos derecho", explicó. "Vale, es cierto que un día les tiramos chorizos en su puerta. Pero ellos nos han cortado la luz. Y solo quieren hacerse con el vestíbulo para poner su cartel también aquí. Es una cuestión de dar imagen de poder, de controlar todo el edificio", contrataca Navarro.

En la escalera de acceso a los dominios ocupados por CGT-Barcelona, a partir de la séptima planta, hay que sortear cascotes y ladrillos. "Esto es de cuando la barricada", confiesa Navarro. En la séptima y la octava planta, las puertas de acceso a los pisos recién asignados a CC OO que CGT quiso ocupar están enladrilladas. "¿Ves? Las tienen tapiadas con una plancha de acero. Los pisos nos los usan, así que, ¿para qué necesitan acceder por este portal?", se plantea Navarro. "Cuando el acceso se aclare, abriremos esos pisos y veremos cómo los dejaron el día que entraron por la fuerza. No los usamos porque no podemos", razona un sindicalista del otro grupo. "Solo acatamos lo que dijo el ministerio. Ese acceso es común, y punto. Esta mañana hemos tratado de negociar con CGT y se han negado. Tenemos que comunicarnos a través del ministerio", explicó Gallego.

Más de 12 horas después del conflicto por la sierra radial, sindicalistas de uno y otro lado seguían esperando en la puerta. Se miraban de reojo. "Lo único que esperamos es que les den otro espacio lejos", mascullaba un miembro de CC OO. "Lo único que queremos es que nos dejen tranquilos con nuestra planta y nuestro vestíbulo. De aquí no nos mueve ni el ministerio", zanjó Navarro señalando los sacos de dormir, en el vestíbulo de la discordia.

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Vecinos y enemigos

- CC OO y UGT compartían un edificio de la Via Laietana. Hace años, CGT ocupó una planta vacía destinada a una patronal.

- UGT consiguió una nueva sede. CGT-Barcelona intentó ocupar las plantas que dejaba vacías. El ministerio se las asignó a CC OO.

- CGT acusa a su vecino de tapiar puertas y cerrar salidas de emergencia. CC OO dice que la otra agrupación no paga luz ni agua y ha acaparado un acceso al edificio que debía ser de uso común.

- CC OO quiso romper ayer la cerradura del acceso común acaparado por CGT, y esta ocupó el vestíbulo.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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