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El recorte alarga a ocho meses las listas de espera para 16 operaciones

La Generalitat aplica un plan de choque que restará 590 millones a la sanidad

Los más de 55.000 pacientes que en Cataluña aguardan para someterse a alguna de las intervenciones quirúrgicas más comunes, como las de cataratas, prótesis de rodilla, hernias inguinales o amígdalas, deberán armarse de paciencia. El Departamento de Salud anunció ayer que alargará hasta ocho meses la espera máxima para las intervenciones quirúrgicas no urgentes que hoy tienen garantizado un plazo de seis meses. Algunas de ellas, como las de varices y las vasectomías, dejarán incluso de ser procedimientos garantizados (con un plazo máximo de espera). En la actualidad, un total de 16 intervenciones quirúrgicas, las más frecuentes, tienen garantizada una espera máxima de 180 días gracias a un decreto aprobado por el Gobierno tripartito, que CiU derogará.

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La prolongación de los plazos de espera para las operaciones más comunes es una de las consecuencias inevitables de los recortes que el Gobierno de Artur Mas aplicará en la sanidad, que supondrán una reducción de cerca de 1.000 millones de euros en el presupuesto del Departamento de Salud (un 10% menos respecto al año pasado). El alud de protestas de sindicatos, colegios de médicos y partidos de la oposición, y la proximidad de las elecciones municipales, han obligado al Gobierno de CiU a aplazar hasta después de los comicios las medidas de ahorro más impopulares (el cierre de plantas hospitalarias y quirófanos, y la supresión de servicios en algunos centros, entre otras), medidas que Salud ha accedido a pactar con los responsables de los hospitales y los sindicatos.

Ayer, sin embargo, el Departamento de Salud anunció una primera batería de recortes, que suman un ahorro de unos 590 millones de euros y que "tienen un impacto nulo" sobre los pacientes y los profesionales, según aseguró ayer el director del Servicio Catalán de la Salud, Josep Maria Padrosa, desmintiendo a los sindicatos, que denuncian que ya se están alargando las listas de espera y se están perdiendo puestos de trabajo.

Entre las medidas de ahorro de aplicación inmediata, Padrosa destacó la reducción de un 2% del precio que la Generalitat paga a los hospitales por la actividad que les encarga, lo que supondrá un ahorro de unos 250 millones de euros. En este mismo capítulo de compra de servicios, Salud quiere ahorrar otros 300 millones con la reducción del 7,5% de la actividad que contrata a los hospitales. Esta es una de las medidas espinosas que el departamento ha pospuesto, ya que supondrá, por ejemplo, que algunos hospitales dejen de prestar algunos servicios. En este sentido, Padrosa citó la cirugía oncológica de esófago, que se eliminará en ocho de los 15 hospitales que hoy la realizan.

Entre las medidas aprobadas ayer por el consejo de dirección del Servicio Catalán de la Salud, en el que están representados la patronal y los sindicatos, además de la Generalitat, figura la reducción de entre el 11% y el 13% de la partida farmacéutica (unos 233 millones de euros de un total de 2.200 millones), ahorro que se quiere lograr sobre todo mediante una mayor prescripción de genéricos. La simplificación de la estructura administrativa de la Generalitat supondrá un disminución de unos 42 millones en el presupuesto de Salud. Otros 70 millones de euros se ahorrarán, respecto al presupuesto del año pasado, en el capítulo de inversiones, ya que, a pesar de las protestas de numerosos municipios, la Generalitat ha decidido mantener su decisión de dejar en suspenso las obras de nuevos hospitales proyectados. Solo seguirán adelante las obras de los 70 centros que ya estaban en marcha, mientras que en 67 se alargará su ejecución y la de los 35 restantes, sin presupuesto, se pospone sin fecha.

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El portavoz parlamentario del PSC Josep Maria Sabater rechazó ayer que la Generalitat mantenga su decisión de poner en marcha después de las elecciones "una segunda fase más severa de recortes, que tal como se plantean pueden tener consecuencias serias sobre la calidad asistencial". A juicio de Sabater, las medidas anunciadas ayer bastan para mantener la sostenibilidad del sistema. "Ir más allá es ponerlo en peligro", señaló.

En un intento de acallar las protestas sindicales, que ayer se repitieron, el Departamento de Empresa y Empleo constituyó la Mesa Sectorial de Salud, un organismo con representación de sindicatos, asociaciones empresariales y agentes sociales en el que se negociará la forma de que los recortes afecten "lo menos posible" a los puestos de trabajo de la sanidad pública.

El secretario general del sindicato Metges de Catalunya (MC), Antoni Gallego, aseguró ayer sobre las medidas anunciadas ayer: "No solo no nos tranquilizan, sino que nos preocupan". La patronal Unió Catalana d'Hospitals, por su parte, juzgó positivo que Salud haya optado por aplicar los recortes en dos fases y que se haya abierto al diálogo con los sectores implicados para aplicar la más drástica.

Los recortes del presupuesto de Salud

- De los cerca de 10.000 millones del presupuesto de Salud de 2010, unos 6.800 fueron para compra de actividad a los hospitales de la red pública. Esta partida se recortará 250 millones con la reducción del 2% de las tarifas.

- El departamento quiere ahorrar otros 330 millones de euros contratando un 7,5% menos de actividad, un objetivo espinoso que se pospone hasta después de las elecciones porque requerirá supresión de servicios y de personal.

- En farmacia, Salud reducirá la partida, de 2.200 millones, el 11%, unos 233 millones.

. Con la simplificación administrativa, Salud ahorrará 42 millones. Las inversiones se reducirán el 20%, unos 70 millones

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