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Tras la senda de la Unión Europea

Barcelona podrá presumir de muchas cosas, pero no precisamente de la calidad del aire que respira. Según un informe que presentaron hace un año los departamentos de Medio Ambiente y de Salud, Barcelona registra un índice de 50 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico de aire, por encima de Londres (con 30) y tantas como Milán. Y tiene el dudoso honor de competir con Praga y Budapest por ser una de las ciudades más contaminadas de Europa. La Unión Europea (UE) quiere rebajar el índice a 40 en 2010. La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda reducirlo a 20.

Barcelona se ha inspirado en Rotterdam y Viena para seguir la senda. En la ciudad holandesa, se pasó en 2004 de un límite de 120 kilómetros a 80 y en un año se redujeron las emisiones de dióxido de nitrógeno en un 25%; las de partículas de suspensión en un 35% y las de dióxido de carbono en un 15%. Viena siguió el mismo camino y descendieron en un 59% las emisiones de los automóviles. Medio Ambiente no ha dicho aún si la calidad del aire en Barcelona ha mejorado, pero los resultados que ayer desveló Baldasano son peores que en el resto de ciudades.

En cambio, los datos sobre los accidentes de tráfico desde que se aplica el límite de los 80 kilómetros son irrefutables: en el primer semestre de 2007 hubo 298 accidentes, saldados con 6 muertos y 24 heridos graves. En el mismo periodo de este año ha habido 220, con 4 fallecidos y 11 heridos.Medio Ambiente sostiene que si cumple con el baremo dictado por la UE habrá 1.200 muertos menos cada año; 12.100 casos menos de bronquitis infantiles y 18.700 ataques de asma menos y un aumento de cinco meses en la esperanza de vida.

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