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La 'sibil·la' de Mallorca, la voz viva de la historia antigua

El cant de la sibil·la, que ayer también fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, es un atavismo en el que se resume, una vez al año, una voz de la historia antigua en las iglesias de Mallorca y que reúne tradición popular y música culta. Alude al llamado juicio final apocalíptico y sus raíces son paganas. Se trata de un drama litúrgico cantado, una representación ritual de un solo personaje. El Consell de Mallorca fue el impulsor ante la Unesco del reconocimiento tras proteger la sibil·la como Bien de Interés Cultural. La Iglesia de Mallorca celebró ayer "ser la depositaria ancestral" del evento de "alto contenido artístico y cultural, pero sobre todo religioso".

La sibil.la es uno los grandes acontecimientos folclóricos del Mediterráneo que se mantienen vivos por tradición oral desde la Edad Media. El papel de sibila se atribuye a voces blancas de niños -por costumbre y mandato eclesiástico- que intervienen en la celebración religiosa de la noche de Navidad, antes de la misa del gallo. Cada templo sigue una versión matizada y en varios pueblos se dan, por la transmisión boca a boca, adaptaciones propias. Hasta el siglo XVII tenía melodía gregoriana. Se referencia la sibila del monasterio de Lluc, la de la catedral de Mallorca y de otros monasterios y pueblos.

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La sibil·la es de procedencia oriental y reproduce las profecías de la sibila de Eritrea, el texto fue trasladado al latín por San Agustín y en esta lengua se cantó en el siglo X en Cataluña, Italia, Castilla y Francia y en el siglo XIII se documentan las primeras versiones en catalán, con reminiscencias provenzales. La letra está escrita en un códice del siglo XIV que se halló en 1908 en el monasterio de la Concepción de Palma.

Forma parte del imaginario colectivo de los mallorquines, más allá de las creencias particulares y está ligada a la Navidad y a su isla. En algunas poblaciones de Valencia, Menorca y Cataluña se ha recuperado la tradición perdida. La gran cantante Maria del Mar Bonet la interpreta de manera muy pura, desde hace años, pese a que se le prohibió tiempo atrás su actuación en la catedral de Mallorca y ahora desde hace diez años canta la sibil·la cada Navidad en la iglesia de la Bonanova de Barcelona a beneficio de una ONG. La soprano Mercedes Riera, ya fallecida, fue sibila de la catedral durante tres décadas y fue considerada la intérprete de la versión canónica.

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