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Reportaje:

En el taller de Josep Maria Sert

Una exposición en Vic aproxima al visitante el método de trabajo del destacado muralista catalán

¿Cómo ideó y creó el artista Josep Maria Sert (Barcelona 1874-1945) las pinturas decorativas de la catedral de Vic, las del templo de San Telmo en San Sebastián, del hotel Waldorf Astoria de Nueva York y las de la Sociedad de Naciones en Ginebra? El Museo del Arte de la Piel de Vic (Osona) aproxima el método de trabajo de uno de los muralistas más importantes de la primera mitad del siglo XX a través de la exposición La pintura mural como transformación del espacio, de entrada gratuita y abierta al público hasta el próximo 4 de junio. Se trata del primer paso del Ayuntamiento de Vic para impulsar el patrimonio del pintor y que tendría que culminar con la creación de un museo dedicado íntegramente a su obra.

Autor de grandes pinturas decorativas tanto para espacios de acceso público como para viviendas privadas, la majestuosidad de la obra de Josep Maria Sert y su obsesión por integrar el entorno a la composición, empeño que recuerda a grandes muralistas como los renacentistas italianos Miguel Ángel o Tintoretto, no deja indiferente a quien los contempla. Considerado uno de los muralistas de más proyección internacional de la década de 1930, el artista conseguía que no se le escapara ningún detalle de sus obras gracias a un intenso trabajo previo que acercaba al pintor al mundo de la escenografía.

Desde su taller de París, Sert ponía en escena su idea a través de bocetos a escala, pero también se ayudaba de montajes escénicos hechos a partir de muñecos articulados y de la realidad que le mostraban las fotografías. Además, el artista construía maquetas para asegurarse que la pintura se incorporaba a la perfección a la arquitectura existente y se integraba con el resto de las artes presentes en el espacio escogido. Luego, empezaba la realidad. Ayudado por cinco colaboradores, se preparaban las telas, se trasladaban los bocetos y llegaba el momento de coger el pincel y de valerse de trapos, cepillos o de su propio dedo pulgar para mover la pintura fijándola, y así conseguir modificar luces y sombras o destacar contornos y aumentar la expresividad de la escena. A diferencia de otros grandes muralistas, Josep Maria Sert no pintaba al fresco, sino que lo hacía sobre telas que luego trasladaba al espacio definitivo. Esto le impedía ver su obra al completo hasta que ya estaba colocada y, por tanto, se trataba de un trabajo muy intuitivo.

La exposición La pintura mural como transformación del espacio incluye las maquetas de la segunda decoración de la catedral de Vic, después de que la primera fue destruida en un incendio en 1936; de la decoración de la capilla del palacio de Liria, residencia madrileña de los duques de Alba, también destruida en este caso por un bombardeo durante la Guerra Civil; del salón de música del político francés Jules Pams, y del proyecto nunca realizado destinado a ocupar la escalinata de la Tate Gallery de Londres.

También se exponen bocetos de decoraciones para distintos palacios tanto en España como en el extranjero, así como el proyecto completo para el comedor de lujo del hotel Waldorf Astoria de Nueva York con el episodio de 'Las bodas de Camacho' de El Quijote, de Cervantes. Los óleos originalesse podían ver hasta el año pasado en el edificio El Sucre de Vic, cedidos por el Banco Santander Central Hispano, que las trasladó hace un año a la Ciudad Financiera Santander en Boadilla del Monte (Madrid). Completan la exposición fotografías de los montajes escénicos, así como la incursión de Josep Maria Sert en la decoración de muebles y el diseño de vestuario para el ballet Las Meninas.

Las obras que se exhiben provienen de colecciones particulares y del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). El Museo del Arte de la Piel de Vic ha organizado diferentes actividades paralelas a la exposición, como visitas guiadas, espectáculos y presentaciones de libros, entre ellos del volumen Sert i la ciutat de Vic, de Miquel Ylla-Català, que el próximo 12 de mayo presentará el escritor Antoni Pladevall.

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Un museo propio

Producida por el Museo del Arte de la Piel y con Miquel Ylla-Català como comisario, la exposición La pintura mural como transformación del espacio está financiada por el Ayuntamiento de Vic, que se ha propuesto impulsar la obra de Josep Maria Sert con la creación de un espacio de exposición dedicado exclusivamente a su obra. La creación de los murales para la catedral de Vic llevó al pintor a crear un vínculo especial con la ciudad hasta el punto de querer ser enterrado en ella. Vic se ha convertido en un punto de visita imprescindible para conocer la obra de Sert, gracias a la exposición en diferentes espacios de numerosas muestras de su obra en la que es la visión más completa de este pintor que se puede ver en todo el mundo.

El museo o espacio de exposición centrado en las obras de Sert y en la explicación de los procesos de creación que utilizaba está previsto que ocupe las actuales instalaciones de la biblioteca Joan Triadú y del Archivo Comarcal. Ya se sabe que el recinto acogerá las cinco obras que la Fundación del Banco Santander Central Hispano se comprometió a ceder a Vic a cambio de llevarse los originales de Las bodas de Camacho. También se podrán ver en este espacio dos grandes pinturas hasta ahora ubicadas en la Escuela de Arte de Vic y que corresponden a la primera decoración de la catedral, de 1927. Aún no hay fecha para el cambio de ubicación de la biblioteca y el archivo, pero las siete piezas se colocarán en la biblioteca sin esperar a su traslado.

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