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Reportaje:

El temporal de viento azota Cataluña

Más de 500 salidas de los bomberos - La estación de França, cerrada seis horas al caerse un ventanal y cristales de la bóveda - Un apagón afecta a 3.500 personas

Un temporal de viento obligó ayer a los bomberos a realizar más de 500 salidas en toda Cataluña, especialmente en Barcelona y su área metropolitana. El viento, que llegó a rachas de 120 kilómetros por hora, alcanzó su máxima intensidad al mediodía cuando causó la caída de un ventanal del vestíbulo de la estación de França y de numerosas planchas de metacrilato de la bóveda del patio de andenes sin causar, milagrosamente, daños personales. La estación fue desalojada y la circulación quedó interrumpida durante seis horas. El temporal también se ensañó con el Baix Llobregat, donde dañó los cables de alta tensión y dejó sin luz cuatro horas a 3.500 personas. El viento originó también un incendio, que se inició en un polígono industrial entre Sant Boi y Viladecans y se extendió a la zona boscosa de Sant Ramon. Al cierre de esta edición, había quemado 10 hectáreas y no se había extinguido.

El viento causó un incendio forestal entre Viladecans y Sant Boi
Un bombero afirma que parte del techo de la estación estaba deteriorado

El viento fue el responsable de numerosas caída de motocicletas, llenó las aceras de hojas secas y derribó algunos árboles y hojas de palmeras. El aire llegó a mover contenedores vacíos del puerto de Barcelona, de dos toneladas, levantó enormes polvaredas en las zonas donde se realizan obras y casi tormentas de arena en las playas. El Servicio Meteorológico de Cataluña ha advertido de que el temporal puede prolongarse hasta el miércoles.

El servicio ferroviario de la estación de França se restableció sobre las siete y media de la tarde y permitió que los pasajeros que aguardaban en la acera, la mayoría de ellos resignados turistas franceses e italianos, ajenos a los problemas de Cercanías, pudieran tomar los trenes a Milán y París. Los bomberos, poco antes, estaban acabando de reforzar la estructura de metacrilato de la bóveda de la estación. "Estaba muy deteriorada. Y tenía muchos tornillos podridos", dijo un bombero que participó en la reparación del techo cosiendo con cintas la cubierta para evitar nuevos desprendimientos.

Hubo algo que no pudieron reparar: el vacío dejado por el enorme ventanal, de cinco metros de altura por dos de ancho, reforzado con hierro, de la fachada de la estación, que cayó a las 13.45 horas en el vestíbulo. "Pesaba muchísimo. Hemos tenido mucha suerte de que no alcanzara a nadie", dijo. El gigantesco cristal se precipitó justo delante de una de las taquillas. Uno de los dos vigilantes de la estación explicó que vieron cómo se desprendía y tuvieron el tiempo justo de avisar a la gente de que se apartara. La rotura levantó una enorme nube de polvo. José, un camarero de la cafetería, cerrada hasta nuevo aviso, explicó que oyeron el estruendo y luego vieron una enorme polvareda. "Fue una suerte que no pasara nada. La gente hace cola allí para comprar los billetes", dijo. Renfe habilitó todo el día autocares para trasladar a los pasajeros a Sants y al aeropuerto.

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En el Baix Llobregat, el fuerte viento dejó sin luz a 3.500 abonados de Fecsa Endesa desde las 15.48 hasta las 20.10 horas. La localidad donde más repercutió el corte de suministro fue El Papiol, con 2.000 abonados afectados, seguida de La Palma de Cervelló con 970, Cervelló con 400 y Corbera de Llobregat con 130. Según portavoces de Fecsa, la primera incidencia se produjo cuando faltaban pocos minutos para las cuatro, a la que siguieron otras ocho. El viento causó un movimiento ondulatorio muy intenso en los cables de las torres de alta y media tensión que acabó por romper los aisladores de vidrio, interrumpiendo automáticamente el servicio eléctrico. Nueve brigadas se movilizaron para sustituir los aisladores. El servicio se fue recuperando progresivamente y a las 20.10 horas el incidente estuvo totalmente resuelto.

No fue éste el único problema causado ayer por el viento en el área metropolitana. A las 18.21 horas se produjo un incendio en la calle de la Mare de Déu de Núria de Sant Boi, colindante con Viladecans y una zona de polígonos industriales. El fuerte viento propagó el incendio por la zona boscosa. Al cierre de esta edición, el fuego estaba controlado en Sant Boi pero no así en Viladecans.

En L'Hospitalet de Llobregat, un muro situado en la calle de los Salvadors no aguantó el empuje de las ráfagas de aire y acabó cediendo a las 14.38 horas. La tapia cayó sobre cuatro vehículos aparcados y fue necesaria la presencia de los bomberos para derrocar la parte del muro que resistió la embestida del viento. El incidente obligó a cortar la calle durante una hora. En Manresa y Reus hubo problemas parecidos.

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