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El uso de las lenguas de la UE cuesta a cada ciudadano 2,5 euros

La UOC abre una cátedra dedicada al multilingüismo

Cada ciudadano paga de su propio bolsillo 2,5 euros al año para financiar el uso de las diferentes lenguas de la Unión Europea (UE). El costo de esta Babel no parece inquietar al comisario responsable del Multilingüismo, Leonard Orban. El comisario, que se encuentra de visita oficial en Barcelona, inaugurará la primera cátedra de una universidad catalana destinada a estudiar y potenciar el multilingüismo. Esta cátedra, instalada en la Universitat Oberta de Catalunya, esta financiada por la Administración central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.

Leonard Orban no ve con preocupación la situación de la lengua en Cataluña

Orban (Rumania, 1961, ingeniero y economista de profesión) se enfrenta a uno de los retos más importantes de su vida profesional: difundir y potenciar el uso de las lenguas extranjeras en todos los países de la Unión. Para ello cuenta con los réditos conseguidos con su reputación de negociador en los años en los que batalló para que Rumania entrara en la UE.

"El objetivo es claro: el multilingüismo tiene que servir de puente e instrumento intercultural entre todas las sociedades. El multilingüismo representa un factor de afirmación nacional, pero al mismo tiempo supone un reto económico en nuestra sociedad", asegura Orban.

Su misión al frente de la cartera del Multilinguismo es ardua y complicada, no en vano se enfrenta a una serie de delicados problemas étnico-políticos, que afectan a gran número de países europeos. El más complicado y crítico de estos problemas está instalado en el mismo corazón de la UE: Bélgica, donde el enfrentamiento entre flamencos y valones por la lengua amenaza con convertirse en causa de secesión. En los países del Este se detectan problemas lingüísticos de naturaleza similar, difíciles de afrontar. En medio de este complicado panorama, al comisario europeo no parece preocuparle la situación lingüística en Cataluña ya que, afirma, confía en la capacidad de "diálogo de las partes".

"Hay que ser cautos y a la vez optimistas", sostiene Orban, que prefiere en cualquier caso hablar de proyectos. El más importante son las líneas generales de la estrategia de su departamento para 2008. El nuevo programa pasa obligatoriamente por el aprendizaje y la difusión de las lenguas, incluidas las no oficiales, en perfecta concordancia con la cumbre de Barcelona de 2002, en la que los Estados se comprometieron a fomentar el uso de dos lenguas extranjeras además de la propia.

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Para Orban, el multilingüismo un instrumento imprescindible para las economías nacionales si se quiere asegurar su competitividad y dejar de perder contratos y dinero por falta del conocimiento de lenguas por parte de los trabajadores. Pero, además, Orban alimenta y apoya la innovación y la creatividad tecnológica vinculada al uso de las lenguas, en un esfuerzo por atraer más información.

El aprendizaje de las lenguas extranjeras no comunitarias es otro reto importante del departamento que dirige Orban. El comisario observa con atención y como punto de referencia lo que sucede en otras comunidades, especialmente en China, donde son cada vez más numerosas las personas que estudian lenguas de segundo orden. En medio de este panorama, asegura que carecen de sentido los incesantes rumores sobre la posibilidad de reducir el número de lenguas en la UE.

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